La Paz/Cosas Claras.- Joaquín, a sus 10 años, ya pesa casi 50 kilos. En los últimos dos años fue aumentando considerablemente de peso y notó eso cuando algunos de sus compañeros de la escuela corrían más rápido que él.

“A mí no me dejan jugar fútbol”, dice en tono triste. El asunto es de preocupación de su madre, quien también cumple el rol de padre. Ella está consciente de que el problema pasa por una “inadecuada” alimentación.

Al igual que Joaquín, en el municipio de La Paz hay una tasa de obesidad y sobrepeso de aproximadamente 30% en estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario, según datos de la Unidad de Alimentación Complementaria Escolar.

Entre tanto, la desnutrición crónica en estudiantes es de 9,7% y desnutrición aguda del 8,5%, según datos proporcionados por la secretaria municipal de Educación y Cultura Ciudadana, Heidi Mendoza.

Por ese motivo, la “buena” alimentación es otro de los desafíos ediles, por lo que en los últimos ocho años (2010 a 2018) se trabajó para reducir los índices de la desnutrición crónica y aguda, a través de la incorporación de nutrientes en el Alimento Complementario Escolar.

De acuerdo a la evaluación del estado nutricional de estudiantes de los ciclos inicial, primaria y secundaria de establecimientos fiscales y de convenio de la ciudad, la desnutrición crónica (que se refleja en una talla baja del niño) redujo en 7,6% y la desnutrición aguda (que se manifiesta con bajo peso) disminuyó a 6,6%.

En estas evaluaciones también se detectó que en los últimos 13 años, desde 2005 hasta este 2018, el sobrepeso se incrementó en un 22%. Hasta la fecha un 30% de la población estudiantil tiene este problema.

Para revertir esta situación, la Comuna trabaja en la incorporación de proteínas, vitaminas, aminoácidos en el Alimento Complementario y, paralelamente, realiza acciones educativas para lograr una alimentación saludable. Se potencian los huertos escolares, quioscos saludables y Escuela de Gigantes, destaca Mendoza.

“Para que funcione el quiosco saludable o el huerto y que puedan alimentarse bien se trabaja la educación, es decir, ¿qué hago yo para tener una alimentación saludable en mi dieta diaria?. Por eso, tenemos la Escuela de Gigantes que es un programa que sensibiliza e informa a la comunidad educativa para que asuma mayor responsabilidad de lo que comemos”, enfatizó Mendoza.

Otros datos

Por otra parte, se revelaron otras cifras que llaman la atención: la desnutrición aguda, leve moderada y grave en niños menores de 2 años es del 4,1%; y la prevalencia en desnutrición crónica en ese grupo etario es de 10,6% en el municipio de La Paz, según el Anuario Estadístico 2016 de la Gobernación de La Paz.

La tasa de mortalidad infantil en menores de 1 año por 1.000 nacidos vivos  es de 20,5; y la tasa de mortalidad por diarrea en niños menores de 5 años  por 10.000 es de 1,3 en 2015, según datos de la Gobernación.

El otro lado negativo de esa población es el trabajo. Un 5% de menores están en situación de trabajo por cuenta propia en vía pública en La Paz, frente a un 12% de los de El Alto. Ellos no han cumplido 10 años, lo que indica que la inserción laboral es a muy corta edad, según estudio efectuado con 275 niños, niñas y adolescentes denominado “Diagnóstico sobre el trabajo de niñas, niños y adolescentes por cuenta propia en La Paz y El Alto”, realizado por la Unicef. 

En todo el país hay 2.900.000 habitantes entre 0 y 11 años, de los cuales 845.000 residen en Santa Cruz; 683.000, en La Paz; 499.000, en Cochabamba y 254.000, en Potosí, conforme proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) – 2016.

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