La Paz / Cosas Claras.- Resbalá hijita!, ¡agárrate bien mi amor!, le decía Sissi Villagra a su hija Sylvana de cuatro años, que estaba en la cima de uno de los resbalines, en el parque de las Cebras. La pequeña sonríe a su madre y en dos segundos ya estaba en sus brazos. Con un vestido rosa y peinada con una cola de caballo, la niña denota alegría en los ojos, fue tanta su emoción que inmediatamente volvió a subir y resbalar varias veces.

Y es que cada fin de semana este parque está lleno, por ser integral, variado e inclusivo, pues es el primer parque que cuenta con juegos para niños con discapacidad, adaptados para usuarios en silla de ruedas. El parque se completa con un área para primera infancia, un gimnasio, dos canchas deportivas y un sector parrillero.

“Hace casi cuatro años inauguraron este parque y la verdad es que le cambió la cara a la zona (Villa 8 de Diciembre, Alto Sopocachi), mi hija es muy feliz aquí cada vez que viene. Este lugar nos queda muy cerca, es un parque muy completo”, dice Sissi.

El Parque de la Cebra es uno de los nueve espacios recreacionales administrados por el municipio, que están abiertos toda la semana, o por lo menos seis días, luego son cerrados en alguna jornada para su mantenimiento y cuidado.

Los parques: Valle del Sol (Mallasa), Bartolina Sisa (Aranjuez), Las Cholas (La Florida), Tupac Katari (Cota Cota), el gimnasio de Achumani, Metropolitano Laikacota (Centro), Jardín Botánico (Miraflores) y el Complejo Recreacional Ecológico Deportivo de Pura Pura (Max Paredes), completan la lista.

“Nuestros espacios infantiles son únicos y los más visitados por los habitantes de las ciudades de La Paz y El Alto. Los niños menores de 12 años, personas con discapacidad y adultos mayores tienen el ingreso gratuito a estos espacios todos los miércoles y los feriados más importantes”, dice el gerente General de la Empresa Municipal de Áreas Verdes Parques y Forestación (Emaverde), Carlos Andia.

Los parques municipales son considerados espacios naturales, por lo tanto deben ser cuidados y preservados como parte de la historia natural y urbana de la ciudad para futuras generaciones. “Cuando nos preguntaron qué vendíamos en los parques, la respuesta fue que vendemos felicidad para los niños y las familias”, afirma Andia.

Espacios nuevos y seguros

“Bonito está este parque, antes solo estaba el avioncito y había arena alrededor, cuando llovía todo se hacía puro barro. Ahora el lugar tiene otros juegos para los niños, el piso es suave, hay rejas que ayudan a la seguridad y tiene mucho colorido, lo que se rescata es la preservación del avioncito que sigue intacto en el lugar”, dice doña Rosmery Arancibia, vecina de la plaza Abaroa desde hace 13 años.

Este renovado espacio es uno de los 590 parques, plazas y áreas verdes registrados en todo el municipio paceño por Emaverde. En algunos casos fue necesario reemplazar las estructuras y juegos para que otros sean más funcionales y aptos para el aforo de personas. Otros espacios, como el “avioncito” de la Abaroa, se mantienen a pedido de la gente.

Andia explica que cada parque infantil busca la integralidad, es decir, en función al tamaño del espacio se busca que los espacios infantiles cuenten con áreas activas, pasivas e interactivas. Muchas de las plazas son visitadas por familias enteras, donde se congrega un importante número de personas; por esa razón se construyen áreas de juegos separadas y seguras.

“La seguridad de los espacios implica evitar lesiones en los niños, producto de sus caídas que generalmente son accidentales. Entonces es necesario implementar estas baldosas de goma para evitar precisamente que los niños se lastimen”, dice Andia.

Mantenimiento

La política de democratización de Emaverde en sus espacios permitió al público el ingreso y disfrute de las áreas verdes, pero esta medida administrativa requiere de mayores esfuerzos para el mantenimiento de los espacios públicos, por ejemplo, en tareas de reposición de césped, flores y descompactado del terreno, explica la autoridad edil.

“El mantenimiento es cada semana, lo que permite brindar al visitante un espacio adecuado y con buena imagen. Emaverde destina un presupuesto de ocho millones por año para la administración de espacios cerrados y 22 millones para otras áreas de la ciudad de La Paz, aunque el presupuesto es insuficiente para todas las áreas verdes que tenemos”, manifestó el titular de Emaverde.

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