No solo la literatura acaparó la atención; para los amantes de los autos, hubo una exhibición de automóviles clásicos en perfecto estado de conservación.
AMUN / 17-11-24
La lluvia caía con fuerza sobre las calles de La Paz, pero eso no fue impedimento para que cientos de amantes de la lectura continúen en su visita a los diferentes espacios que instaló la segunda edición de la velada cultural “La Noche de los Libros 2.0”, organizada por el Gobierno Autónomo de La Paz (GAMLP).
El ambiente vibraba con la promesa de literatura, música y arte en un circuito diseñado para llevar la cultura a distintos puntos de la urbe paceña. Desde las 17:00 hasta la medianoche del sábado 16 de noviembre el centro paceño se iluminó con sonrisas, pese a las inclemencias del tiempo.
Fueron 128 expositores, entre bibliotecas locales y destacados autores, que se dieron cita para presentar sus obras y proyectos. En los espacios culturales y centros educativos, se respiraba un aire de creatividad que era contagioso.
Entre las voces de los escritores y artistas se destacó la de Sergio Alejandro López, un pequeño autor que, con la sinceridad de su infancia, habló sobre su cuento preocupado por la deforestación: «Se nos está acabando el aire», reflexionó. Para él, escribir no solo era un pasatiempo, sino un acto de conciencia, una forma de expresar sus sueños y preocupaciones sobre el futuro del planeta.
Con una mirada de ilusión, Sergio compartió su interés por la escritura y su deseo de convertirse en un gran escritor. «Es bonito crear en tu mente la historia», comentó mientras revelaba su sueño de narrar la historia de Bolivia a través de sus cuentos.
En el atrio principal de la Biblioteca Municipal Mariscal Andrés de Santa Cruz, la lluvia parecía ser solo un detalle menor. Los asistentes se agolpaban para participar en actividades como trueques de libros y conversatorios con historiadores, mientras otros se dejaban llevar por la magia del origami y los cuentos que resonaban en el aire.
Héctor Chambi, un amante de la lectura, describió el evento como una oportunidad incomparable para conocer nuevos textos y autores. «Es una actividad muy bonita en todo sentido», afirmó, destacando la importancia de fomentar la lectura en la comunidad.
La noche avanzaba, y los ecos de risas se mezclaban con la satisfacción de los escritores que compartían sus obras. Mancilla, parte del colectivo de autores de Bolivia, presentaba su proyecto de historietas, un intento por acercar la historia boliviana a un público más joven a través del cómic.
Los rostros de los asistentes iluminaban el ambiente, y el recibimiento fue cálido. La lluvia, lejos de ser una adversidad, sirvió como un recordatorio de que la cultura siempre encuentra su camino.
Voces variadas resonaban entre las carpas. Eduardo Lima se mostraba satisfecho con la diversidad de escritores y libros, mientras que María Angélica García animaba a los visitantes a conocer a los autores paceños a través de juegos y dinámicas en su carpa. «Es una actividad institucional que ya se ha instituido», explicó, resaltando la importancia de dar a conocer las obras de los escritores locales.
Las editoriales también se hicieron sentir en la velada. Librería Editorial Subterránea, Editorial Torre y Editorial El Cuervo ofrecieron presentaciones de libros, proyecciones de películas y clubes de lectura. Aunque las actividades comenzaron a las 16:00, la lluvia desalentó a algunos, pero no a todos. El tiempo no impidió que los curiosos se acercaran a descubrir nuevos autores y obras.
En un rincón especial, la Editorial El Cuervo organizó una innovadora «cata a ciegas», donde los voluntarios, vendados, degustaron comidas y bebidas mientras escuchaban lecturas seleccionadas. La experiencia, lejos de ser pasajera, generó varios momentos de risas y asombro entre los participantes.
No solo la literatura acaparó la atención; para los amantes de los autos, hubo una exhibición de automóviles clásicos en perfecto estado de conservación. Los visitantes admiraron sus detalles, mientras algunos compartían anécdotas que entrelazaban la cultura literaria con la historia del automovilismo en Bolivia.
Manuel Morales, un autor que presentó su obra en esta edición, habló sobre la importancia de estos espacios culturales. «No solo se trata de vender libros, sino también de interactuar con el público», afirmó con entusiasmo. Su pasión por la escritura se reflejaba en su mirada cuando compartía detalles sobre sus obras, que abordan temas complejos como el narcotráfico y las problemáticas sociales.
A medida que la noche se cerraba y la lluvia comenzaba a cesar, los asistentes se refugiaban en las carpas, donde se encontraba un ambiente de satisfacción y camaradería. La lluvia pudo haber sido un freno, pero no un obstáculo. El espíritu de la «Noche de Los Libros 2.0» brilla con fuerza, un recordatorio de que la literatura siempre encontrará la manera de florecer, incluso bajo la tormenta.
Mientras las luces de la ciudad titilaban suavemente al fondo, el eco de las risas y las historias contadas resonaban en las calles de La Paz, uniendo a las personas en un solo latido cultural. La celebración de la lectura quedó grabada no solo en las páginas de los libros, sino en los corazones de aquellos que se atrevieron a asistir.
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