AMN/19-07-21
La calle Comercio de La Paz fue protagonista de las primeras insurrecciones independentistas de la América Hispana y testigo de la historia de Bolivia, vio la entrada triunfal de los libertadores José Miguel Lanza, Antonio José de Sucre y Simón Bolívar con miras a consolidar la República.
En 1661, el corregidor de la provincia de La Paz, Cristóbal Canedo, dispuso un incremento exagerado de impuestos sobre la clase artesanal, compuesta por criollos y mestizos, quienes reclamaron y al no encontrar respuesta optaron por fijar para el 1 de diciembre de ese año la fecha del alzamiento encabezado por Antonio Gallardo, alias el “Philinco”. “Fue esta vía por la cual discurrieron él y sus huestes para ingresar a La Paz”, sostuvo una funcionaria de la Unidad de Museos Municipales de La Paz, Ivica Tadić.
Explicó que en la Revolución del 16 de Julio de 1809, esa calle fue “determinante” para la consolidación del movimiento, ya en octubre, derrotados los patriotas, fue utilizada por José Manuel de Goyeneche para tomar la plaza Mayor o de Armas, hoy plaza Murillo.
Ya el 29 de enero de 1825, José Miguel Lanza –que lideró las guerrillas de Ayopaya, Inquisivi e Independencia– junto con otros guerrilleros venció a Goyeneche en cercanías de Senkata e ingresó a La Paz triunfalmente por esa ruta; optó por esa fecha para rendir honores a su hermano y otros protomártires que fueron ejecutados años antes. El 9 de febrero de 1825, llegó Sucre y Bolívar, el 18 de agosto del mismo año, ambos efectuaron su ingreso victorioso también por la calle Comercio.
“Sucre ingresó a La Paz porque venía recorriendo todos los territorios que ya habían logrado su libertad y para ver qué decidían sus habitantes, si serían parte de la propuesta de hacer un sólo país en Sudamérica o países separados como ahora. Bolívar vino por las mismas razones y la presencia de los dos en nuestro territorio, unida a la de los ciudadanos que lucharon 16 años buscando la independencia determinaron la convocatoria a la primera Asamblea Constituyente y a la fundación de Bolivia”, detalló Tadić.
Explicó que con el advenimiento de la República, la calle Comercio fue testigo de la historia política, golpes de Estado, posesión de nuevos gobernantes, enfrentamientos, matanzas, ingreso de tanques militares y desfiles triunfales… Por ejemplo, esa vía vio a los combatientes que se dirigieron a la defensa del Litoral y aquellos que iban a luchar en las arenas del Chaco.
A partir de mediados y durante el Siglo XX, la calle Comercio se tornó en un referente de la moda y del expendio de artículos suntuosos. Ropa de afamadas marcas europeas, joyería, perfumería, juguetería y un sinfín de artículos venidos de ultramar se expendían en ella, durante los siglos XVII y XIX, que eran propiedades de españoles y criollos.
Tadić relató que la Comercio fue la primera calle que trazó el alarife Juan Gutiérrez Paniagua, por encargo de las autoridades del primer Ayuntamiento de Nuestra Señora de La Paz. La llamó calle Real y mandó a construir un puente desde la piedra de la Paciencia, en el lado español, hasta la actual Pérez Velasco, sobre el entonces caudaloso Choqueyapu, que unió la ciudad española con el “pueblo de indios” de Churubamba; posteriormente el puente se denominó De las Concebidas por su cercanía a ese convento.
Cercenada en dos segmentos, el primero partía del puente y desembocaba en plaza Murillo, desde sus inicios tuvo gran afluencia de gente y caballerías. El segundo partía de ese lugar en dirección al Valle de Poto Poto, hoy Miraflores y fue mucho menos transitado, como lo conocemos en la actualidad.
La analista técnica de investigación histórica, Ely Arana, contó que la calle Comercio antes se llamaba de los “Mercaderes”. El nombre de las tres intersecciones más cercanas a la calle Comercio eran ‘La Cárcel’ (Socabaya), Santa Bárbara (Yanacocha) y ‘Ollerías’ (Genaro Sanjinés), en este último lugar se vendía cerámica, tejas y ladrillos. “Después del último cuarto del siglo XIX van a cambiar todos los nombres de la ciudad por personajes históricos, héroes y lugares de guerra y nombres de presidentes”, afirmó la experta.
En la época de la Colonia, sin embargo, no todo se traducía al comercio, Tadić señaló que en días festivos se organizaban carreras de caballos y en solemnidades religiosas, por la calle Comercio discurrían las procesiones de acuerdo con el calendario litúrgico de la Iglesia Católica.
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