“Hay que construir ciudadanía” para frenar a los asentamientos ilegales

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¿Qué motivos impulsan a la gente a construir sus casas en lugares prohibidos e inseguros?, Luis Alberto Salamanca de la SMRGV nos lo explica

AMUN/20-08-24

La Agencia Municipal de Noticias dialogó con Luis Alberto Salamanca, asesor de la Secretaría Municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades (SMRGV), especialista en gestión del riesgo con un doctorado en estrategia del desarrollo. La charla giró en torno al crecimiento desmedido de la ciudad en zonas de alto riesgo que ponen en vilo a los habitantes de la ciudad cuando se ingresa a un periodo de lluvias.

En ese marco, surgen una serie de preguntas que es necesarioresponder, dado el peligro que conlleva hacer caso omiso a las normas de administración territorial y construir viviendas en lugares poco propicios.

En esta entrevista, Salamanca hace un diagnóstico de esta problemática muy acentuada en La Paz y las soluciones que se deben aplicar a largo plazo para evitar desgracias.

Muy al margen de lo que representa ejecutar una obra en materia de mitigación de riesgos, una reconstrucción de un muro, intervenir un talud y demás, ¿por qué es importante el tema social, el tema humano en lo que es tratamiento de gestión de riesgos?

El tema es importante porque el problema no es solucionar con obras, sino es cómo construimos en los lugares donde van a habitar la gente. Para eso son los problemas y las condiciones sociales que se presentan, para que la gente se vaya asentando en esos lugares que pueden ser de alto riesgo, pero supuestamente por problemas económicos la gente va y toma esos lugares y después busca estabilizarlos.

Y hay una complicidad también en las autoridades que permiten que se produzca ese tipo de asentamientos. Si hablamos en términos fácticos o en términos de la experiencia de lo que ocurrió en nuestra ciudad, tenemos por ejemplo el tema de Callapa con el Megadeslizamiento del 2011, eso ha generado, ha demostrado lo vulnerable que puede ser la ciudad porque la gente construye en lugares que no son aptos para vivir, pero pese a eso la gente ha vuelto, está queriendo volver a ese lugar.

¿Por qué ocurre este fenómeno?

Se presume que es un problema netamente económico. La gente no tiene lugares, o sea,  no hay dónde expandir la ciudad, entonces la gente busca lugares más asequibles a sus fuentes de trabajo y por eso van a asentarse en esos lugares. Callapa es uno más de los eventos que hemos tenido en la ciudad. Tenemos desde 1848 la fundación de La Paz, donde hemos tenido deslizamientos y hay lugares donde no debía vivir la gente. Kantutani es otro ejemplo, cómo en un basurero, encima en un botadero, ha construido la gente sus casas.

Y así estamos viendo cómo se van a las partes periurbanas de la ciudad, se está asentando gente que, ya te digo, por consecuencia económica supuestamente están yendo a vivir a esos lugares. Y dentro de sus rangos de problemas que tiene la gente, en cuanto a servicios de salud, de educación, el último punto es riesgos. Lo último que tienen para poder atender.

Si ellos tuviesen lugares donde ir a vivir estables y hubiese una política nacional de viviendas, sí se podría trabajar y llevar a gente que no viva a esos lugares y vayan a vivir a lugares donde les ofrezcan mínimamente seguridad para sus familias.

Los asentamientos ilegales proliferan en las zonas periurbanas de La Paz, como Alto Acachicala. Foto: AMUN.

Existe un comportamiento humano propio de nuestra ciudad, la gente construye en zonas donde no deberían hacerlo. ¿Cómo podemos interpretar todo ese fenómeno de construcción en lugares inapropiados?

El fenómeno se explica a través de lo que nosotros denominamos construcción social. ¿Qué significa eso? Que las ciudades van expandiéndose, hay necesidad de vivienda, hay necesidad de servicios, de equipamiento. Entonces la gente, como vienen de otros lugares o del mismo crecimiento que tiene la misma población, busca expandirse.

Como no existe reglamentación específica entonces va creciendo una ciudad desordenadamente y los loteadores son los que se avivan y van loteando los lugares para que pueda vivir la gente a precios accesibles para ellos, pero a la larga son bombas de tiempo, ya que hay problemas que van a ir ocasionando, hay lugares que están asentándose en quebradas o están formando quebradas y ahí se están asentando.

El día de mañana lluvias fuertes los van a arrastrar a ellos y a sus familias más. Es lo lamentable y al no existir una buena regulación de parte de las instancias nacionales, departamentales o locales, la gente aprovecha y se va asentando en esos lugares no apropiados, no adecuados y de altos riesgos.

En la Alcaldía tenemos el Plan de Desarrollo Territorial Integral hasta el 2025, pero si tú ahorita entras al mapa, son lugares que ni siquiera tienen expansión definida y ya está la gente viviendo en esos lugares, entonces evidentemente no es suficiente la normativa sino ver también los asentamientos irregulares, espontáneos, marginales, es ver cómo se va construyendo la ciudad.

Desde su experiencia como profesional y especialista en el rubro, ¿por qué cree que en el ámbito estatal, en el ámbito del Gobierno como tal, no se considera este factor para darle las mejores condiciones a la gente, a los habitantes y estantes de esta ciudad?

El problema es el costo que significa hacer viviendas y mover gente. En la ciudad, supuestamente, el 70% del suelo no es construible, no debería ser construible, 70% de la ciudad con todos los estudios que se han realizado hasta ahora.

Imagínate, ya tenemos 300.000 personas que viven en esos lugares, ¿cómo vas a mover a esa gente?, ¿vas a crear entre 50 y 60.000 viviendas?

El segundo problema es que los municipios que están alrededor de la ciudad también están dando y otorgando licencias. Todo lo que hemos tenido este año de las inundaciones es en las partes altas donde el municipio de Palca ha dado autorizaciones para que haya nuevas construcciones, y esas construcciones han movido tierra y han dejado ahí, y cuando vinieron las lluvias eso nos provocó los desbordes de ríos.

Entonces, hay un problema social, que también implica cómo estamos organizados, cómo accedemos a la autoridad, cómo accedemos al poder para tener mejores condiciones.

Los loteadores aprovechan y construyen pequeñas casas en lugares peligrosos. Foto: AMUN.

Hay una pelea, una pugna interna entre vecinos para llegar a la autoridad, pero se pelean porque les habiliten cerca su casa, su gradería, pero no lo hacen de forma estructural.

Entonces, negocian con las autoridades de turno para tener esos accesos, pero más cerca a su casa, no como barrio. El tercer problema que tenemos son los areneros, gente que mueve tierra de un lugar a otro, y ellos mismos, cuando viene la época de lluvias, nos han dejado lugares donde golpea el río y se desvía.

Otros que tenemos son los que manejan piedra, arena, todos ellos y la gente, a pesar de que se le diga que no debe construir, están construyendo sobre aires de río, sobre canalizaciones y sobre embovedados.

Son tan débiles las organizaciones sociales que no pueden impedir que la gente vaya y se apropie de su lugar, a veces en concomitancia entre dirigentes y los mismos vecinos, que acceden y dan sus lugares para que la gente se vaya asentando. Cuando entra la Alcaldía es un problema social y hasta el Alcalde puede caer si se organizan bien los vecinos, antes de que se muevan de los lugares donde no debían construir.

¿Qué sugiere usted como especialista?, ¿qué se debería hacer para ir cambiando este panorama?

Lo que hay que hacer es construir ciudadanía. Es un acuerdo que debe llegar a las instancias, a las autoridades estatales, con los vecinos, para ir construyendo de mejor manera los barrios. Lograr que sean barrios lícitos. Ese es el problema, que no logramos construir ciudadanía porque los vecinos están acostumbrados a reclamar sus derechos, pero no cumplen sus deberes.

El deber es que, por ejemplo, no debes asentarte en el aire de los vecinos, pero ellos se asientan. Entonces, si logramos entre ambas partes, Estado y sociedad civil, trabajar, podemos lograr dar seguridad a los vecinos donde vayan a asentarse.

Uno son las peleas que tenemos con los municipios, el 97% del municipio no tiene todavía definidas sus áreas. Y mi trofeo es con los otros municipios. Entonces, los otros municipios se pelean por tener más gente, dan autorizaciones, pero cuando ocurren los problemas, nunca más aparecen. No hay vecinos, es decir, no hay subalcaldía, ni hay Alcaldía de Achocalla, ni de Palca

Y parte de esta construcción de ciudadanía implica un proceso de socialización, sensibilización y educación…

Todo eso. Tenemos que comenzar desde el colegio, desde cómo enseñar a botar la basura, dónde no debemos trabajar. Tenemos un juego interesante que muestra cómo los niños se van dando cuenta qué es un peligro, qué es una amenaza, qué es una vulnerabilidad. O sea, dónde debes cumplir, dónde no debes cumplir, pero bajo tu lógica.

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