AMUN / 15-09-23
En la Cumbre por el Agua que se realiza este viernes, el ponente y especialista, Carlos Olmos, sugirió realizar un balance entre la cantidad de agua que se tiene y la demanda de la población como una alternativa para evitar la escasez del líquido elemento y garantizar su abastecimiento al menos hasta mediados del 2025.
“Si tenemos un cálculo para un año semiseco entraríamos en una situación más ventajosa, podríamos hacer un monitoreo cerrado de la cantidad de agua que vamos a tener y trabajar con la demanda y hacer un balance, estos cálculos son sencillos”, indicó Olmos al exponer sobre la Cuenca, Demanda y Cambio Climático en el Sistema de Abastecimiento del Área Metropolitana de La Paz, Bolivia.
Olmos destacó la importancia de realizar cálculos de sensibilidad de los sistemas de agua potable de El Alto, Pampahasi, Chuquiaguillo y Achachicala, en relación al incremento o decremento del consumo de la población, pues, en caso de aumentar la demanda del líquido elemento este podría durar hasta noviembre.
Entre aspectos positivos, indicó la solidaridad entre sistemas de agua son un “aspecto clave para una gestión conjunta” sobre su cuidado y adecuado manejo, además, de jugar a favor que la variabilidad climática con temporada secas, semisecas y húmedas, pero sobre todo tener en cuenta que en “todos y cada uno de nosotros” podemos hacer algo.
Ante diferentes escenarios que podrían presentarse en cuanto al cambio climático y sus variables, indicó Olmos, se deber estar listo con infraestructura. “El cambio climático podría traer un incremento de agua, pero no sabemos dónde y cuándo la naturaleza disponga el cambio climático. Pero nuestra infraestructura debe estar preparada para esto”, resaltó.
Para el especialista también se debe cambiar la visión extractiva, tener una ecológica que tome en cuenta el trato adecuado de los glaciares, bofedales y las cuencas, la recuperación de ecosistemas verdes. Además de trabajar en la “visión de la demanda del agua”, que no es lo mismo que considerar la posibilidad de racionar el líquido elemento lo que provocaría efectos contrarios.
“Racionar nos puede traer efectos como cuando sucede una crisis y puede producir un efecto contrario en la población y si se cierran tuberías se perderá agua, por lo tanto, este trabajo debe ser inteligente, por los que toman la decisión y en la cancha de nosotros (la ciudadanía)”, dijo Olmos.
Así recomendó que la importancia de compartir información entre instituciones y por parte de la ciudadanía mayor conciencia y manejo adecuado.
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