AMN/11-10-21
“En este día del dirigente vecinal quiero pedirles: critíquenme, pero, propongan; critíquenme, pero encontremos soluciones, estoy abierto”, afirmó el alcalde Iván Arias el domingo, cuando se recordó el día del dirigente vecinal y en cuya celebración participaron 500 representantes del municipio de La Paz.
El evento estuvo liderado por René Ballivián, quien hace dos semanas fue elegido como el nuevo presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de La Paz. “Es el alcalde de todos; lo caracteriza su humildad, no cambie”, le dijeron los dirigentes al burgomaestre paceño mientras le daban la bienvenida con mixtura y abrazos.
“No quiero que sean llunk’us, sáquenme la mugre, eso es ser un buen dirigente vecinal”, les reiteró Arias. Sin embargo, les señaló que los atenderá para “escuchar” sus sugerencias porque él en las entregas de obras, inspecciones u otros actos públicos, en los que participan los vecinos, “camina y habla con la gente”.
Con barbijo puesto todo el momento, como medida de prevención frente a la Covid-19, el alcalde de La Paz destacó la presencia de los centenares de representantes de las juntas vecinales de los nueve macrodistritos urbanos y rurales de la sede de Gobierno. “Así vamos a poner La Paz en movimiento”, remarcó la autoridad edil.
Recordó que el fin de semana se reunió con los vecinos de Germán Busch, Vino Tinto Bajo, en el macrodistrito Periférica, donde entregó el asfaltado de la calle José Paravicini; también participó de un nuevo aniversario del barrio de Nueva Vida, en Llojeta, donde anunció que una de las medidas legales contra los loteadores es la aprobación concertada y acelerada de planimetrías para la preservación de áreas verdes y predios municipales.
“Entré por la puerta ancha y quiero salir así, ustedes me tienen que ayudar a salir por la puerta ancha, ese será el mayor grande regalo a la ciudadanía”, destacó el titular de la comuna paceña. El sábado también inauguró la Ruta del Oxígeno en el Bosquecillo de Pura Pura, donde la ciudadanía podrá respirar aire puro en un trayecto de tres kilómetros.
“Negrito, gracias por venir… ¡Qué viva el alcalde Arias! ¡Qué viva!”, fueron las arengas que los centenares de dirigentes vecinales vitorearon mientras aplaudían a la autoridad edil. Mujeres y varones hacían fila para tomarse fotografías, estrecharle la mano o darle un abrazo.
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