Mientras la música continuaba fluyendo, la recaudación en beneficio de la Junta Municipal de Bomberos Voluntarios de La Paz iba subiendo poco a poco.
AMUN/ 28-09-24
La Plaza Villarroel, un emblemático corazón de La Paz, se convirtió este sábado en el escenario de un espectáculo sin precedentes: el concierto solidario “Unidos por Bolivia”. El alcalde Iván Arias agradeció a los paceños por su aporte para equipar a los bomberos voluntarios de La Paz.
Desde temprano, la atmósfera se llenó de expectativas y emoción, mientras los artistas se preparaban para ofrecer una tarde y noche de pura celebración musical a beneficio de quienes más lo necesitan.
A las 14:00, a pesar del frío que amenazaba con empañar el fervor de los asistentes, el evento comenzó a calentar motores gracias a la energía inagotable de Jhonny y su agrupación Claros y sus lindas chiquillas. Con sus contagiosos ritmos de cumbia, estos artistas encendieron el ánimo del público, quienes pronto se dejaron llevar por la música, rindiéndose a una tarde llena de baile y alegría. La amenaza de lluvia se evaporó ante la calidez humana que invadía el lugar; la cumbia había llegado para quedarse.
Antes de que se alzara el telón, los artistas habían llegado a la plaza desde la mañana para realizar las pruebas de sonido. Cada acorde, cada nota, era meticulosamente ajustada para que los espectadores vivieran una experiencia digna de los más grandes espectáculos internacionales.
Fue un esfuerzo que pronto se hizo evidente al escuchar las primeras estrofas de “Ya Será Tarde” de Explosión Cumbiera. Sus éxitos como “El Teléfono” y “La Cita” iniciaron una escalofriante progresión, elevando el termómetro musical y dibujando sonrisas en los rostros de los presentes.
El alcalde Iván Arias llegó a la Plaza Villarroel justo cuando Awatiñas subió al escenario y el ambiente alcanzó niveles estratosféricos. Con su característico desempeño y una energía que literalmente se podía palpar, el grupo encadenó éxitos como “Kullakita” y “Mi triste adiós”, convirtiendo a la plaza en un mar de voces y aplausos. Los temas “Tunkata P’a Tunkaru” y “Dulce Bolivianita” resonaban en cada rincón, creando una atmósfera de pura exaltación nacional.
Mientras la música continuaba fluyendo, la recaudación en beneficio de la Junta Municipal de Bomberos Voluntarios de La Paz iba subiendo poco a poco. A las 19:00, el monto acumulado había superado los 80,000 bolivianos.
Luego de la música nacional, Veneno llevó de vuelta el ritmo de la cumbia con sus clásicos, mientras el grupo folklórico Bonanza hipnotizaba a los asistentes con un mix de morenadas que rendía homenaje a la riqueza cultural del país. En cuestión de segundos, se pasó de la música criolla a la autóctona con el grupo Tawacus Tampullis, que interpretó música de la provincia Camacho.
Pero había que contentar a todo el público, así que entró en escena la banda rockera Alcohólica, que interpretó canciones de sus álbumes “Agonika” y “La Christo”, haciendo vibrar a los jóvenes. La temperatura musical subía como los aportes que para esa hora habían superado los 143,000 bolivianos; no pasó mucho tiempo para que la cifra ascendiera a 156,000 bolivianos.
DONATIVOS
A las 20:00, los Voluntarios por el Bien Común subieron al escenario para entregar un cheque por 5,000 bolivianos como donativo, mientras que Gonzalo Barrientos, a nombre de la alianza por el Bien Común, hizo un donativo de 10,000 bolivianos.
A las 21:06, la recaudación había superado los 171,000 bolivianos. Fue en ese momento que el alcalde Arias subió al escenario para agradecer a los paceños por sus contribuciones y para invitar a que sigan aportando. “El lunes daremos la cifra definitiva, pero estamos pasando los 171,000 bolivianos y eso ya es un gran logro”, dijo, emocionado por la respuesta de la población al esfuerzo del Gobierno Municipal de La Paz en colaboración con la Fundación Kjarkas y Sonido Yes.
A su vez, el líder y director del grupo Kjarkas, Gonzalo Hermosa, reflexionó, afirmando que estas campañas se deben hacer en mayo. El subalcalde del Macrodistrito Centro, Rodney Miranda, también agradeció por el apoyo de la gente, mientras el secretario Municipal de Educación y Desarrollo Social, Jaques Alcoba, emocionado, dijo: “Corazón noble de los paceños, gracias, muchas gracias”.
Una de los Bomberos Sar Bolivia, Carmiña Paz, a nombre de sus compañeros, también agradeció el apoyo. “Día a día, estamos velando por ustedes y trabajando por ustedes; hoy es una causa noble más. Gracias, porque esta ayuda nos permitirá seguir trabajando”, dijo, al explicar que para movilizar una patrulla durante 10 días hasta Santa Cruz tiene un costo de 10,000 bolivianos.
Tras los agradecimientos, a eso de las 21:15, se apagaron todas las luces de la Plaza Villarroel y, como luciérnagas, los celulares iluminaron el lugar para el ingreso de Los Kjarkas al escenario, deslumbrando con un zapateo cochabambino interpretado en quechua. Luego, cantaron el menú de sus mejores canciones y un mix de caporales y morenadas, que envolvió al público en un torbellino de emociones. Cerró su actuación con su canción ícono Bolivia y hasta ese momento la recaudación superó los 200 mil bolivianos.
El calor del evento no disminuyó ni con el paso de las horas, pero como todo gran espectáculo, había que cerrarlo con una nota muy alta. Así, el grupo Chilajatum elevó el cierre del concierto a nuevas alturas, dejando a los asistentes con una sonrisa y palpitaciones de satisfacción.
Más que un concierto, “Unidos por Bolivia” fue una manifestación de solidaridad, amor por la cultura y unión entre los paceños. La música se convirtió en un renovado llamado a la esperanza y a la colaboración, justo a tiempo para que el público, al borde de la medianoche, se despidiera con cuerpos cansados, pero almas rebosantes de gratitud y alegría.
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