La valiente anciana expresó su desacuerdo con la idea de las jóvenes que consideran la muerte como la única solución a sus problemas
AMUN/12-09-24
En medio de su crítica situación económica y la ausencia de familiares que la respalden, doña Felicidad Escobar Aliaga, una mujer de 77 años de edad, irradia amor por la vida y fe en Dios, demostrando una fortaleza admirable ante las adversidades.
Fue ella misma quien, hace una semana, solicitó al alcalde Iván Arias su traslado a un asilo para personas adultas mayores, buscando un lugar donde vivir de manera más estable al no contar con los recursos necesarios para sostenerse por sí sola.
A pesar de todo, doña Felicidad, que fue sometida a una revisión médica exhaustiva para ver si tenía alguna enfermedad, no pierde su optimismo y su voluntad de seguir celebrando muchos cumpleaños más. El Alcalde, que recibió personalmente la solicitud le ayudó para que sea derivada a un centro.
Instalada actualmente en el hogar transitorio “Rosaura Campos”, dependiente de la Gobernación de La Paz, esta valiente anciana expresó su desacuerdo con la idea de las jóvenes que consideran la muerte como la única solución a sus problemas. Con sabiduría y experiencia, reflexiona sobre la importancia de valorar la vida y enfrentar las adversidades.
“Están equivocadas esas jovencitas que piensan en la muerte. Son unas flojas, tienen que aprender a amar a Dios y tienen que pensar en terminar de estudiar y si no pueden que se dediquen a vender algo”, reflexionó.
Agradecida por la hospitalidad y el buen trato recibido en el hogar, doña Felicidad elogió la atención brindada por las funcionarias, destacando su satisfacción por el ambiente cálido y acogedor que ha encontrado en este nuevo hogar temporal.
“Aquí estoy muy bien, me trataron muy bien, ya estoy tres días gracias a usted”, le dijo la anciana al alcalde Iván Arias, quien la visitó con su programa “El Negro en la Calle” y llevó algunos donativos para el hogar.
Con una vitalidad y energía envidiables, compartió parte de su historia personal, revelando que nunca contrajo matrimonio debido a un mal recuerdo del pasado que le ha generado miedo hacia los hombres. Aunque reconoce haber tenido cuatro enamorados en su vida, ninguno logró conquistar su corazón lo suficiente como para comprometerse en una relación duradera.
La historia de doña Felicidad Escobar es un ejemplo de resiliencia, amor por la vida y esperanza ante la adversidad. Su testimonio recuerda la importancia de valorar cada instante y enfrentar los desafíos con valentía y fe, inspirando a todos aquellos que cruzan su camino.
