Corpus Christi: “esta fiesta es la presencia real, no simbólica ni representativa, del cuerpo y la sangre de Cristo”

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Monseñor Percy Galván, Arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz:

AMUN/29-05-2024

Este jueves se celebra en el país la festividad del Corpus Christi, una festividad que se encuentra en el calendario litúrgico y que testimonia la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo en la vida de todos los fieles católicos.

Es el pan que se hace presente en la vida de los creyentes, no solo en la Eucaristía, sino en los actos y acciones que deben marcar la vida cristiana. En entrevista con la Agencia Municipal de Noticias, el Arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, monseñor Percy Galván, sostiene que esta celebración no es una representación del cuerpo de Cristo, sino que es el cuerpo y la sangre en sí mismos, donde todos los católicos deben sentirse saciados de este alimento, más allá de las cosas materiales.

Estas son las reflexiones del monseñor Galván en torno a la celebración del Corspus Christi.

Monseñor Galván, ¿qué se celebra en la festividad del Corpus Christi?

Esta es una festividad de gran importancia, lamentablemente un poco desvirtuada como muchas fiestas religiosas por el tema comercial, no estaba escuchando ya algunos comentarios en el diario, en televisión, incluso en algunos escritos de la prensa, en donde señalaban ¿qué comemos?, ¿cómo se come tawa tawas, pasankallas, el tema de la sopaipilla, los chambergos, de acuerdo a las regiones, pero de ninguna manera quitar la importancia a los alimentos que se sirven en esta ocasión, como el rico maní chuquisaqueño.

Tenemos que fijar un poco nuestra atención, sobre todo a las personas de fe, en lo que significa la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Esto es importantísimo, no se trata, como suele decir la gente en su popular creencia, que el pan representa el cuerpo de Cristo, no representa, es Jesús, quien ha utilizado claramente el verbo preciso para decir esto: es mi cuerpo, indicativo presente, podría haber dicho esto representa mi cuerpo, entonces no hay dónde perderse, esta es mi sangre, dijo el Señor, tomando el cáliz lleno de vino, entonces eso recuerda a esta fiesta, la presencia real, no simbólica ni representativa del cuerpo y la sangre de Cristo.

Nosotros que tenemos fe y creemos que Cristo es Dios, no dudamos de esa real presencia del Señor en la Eucaristía. Ahora esto tiene sus consecuencias, porque ese pan que se hace presente en la Eucaristía, se parte y se reparte como alimento que sacia toda hambre y la bebida que sacia toda sed, por eso las personas que vivimos o tratamos de vivir coherentemente nuestra fe, al tener a Cristo en la comunión, en su cuerpo y en su sangre, vemos saciadas todas nuestras expectativas y nuestros deseos, no deseamos más que permanecer en ese amor del Señor, se van todos esos deseos de acumular cosas, de acceder a instancias de poder, de buscar el placer desmedido, todo lo que es el mundo de consumo, nos parece una locura o un chiste o una broma, ya Cristo ha saciado toda mi hambre y toda mi sed, todas mis expectativas, mis deseos, ¿qué más puedo desear?

El Arzobispo de la Arquidiócesis de La Paz, monseñor Percy Galván, en su despacho. Foto: AMUN.

¿Qué significa partir el pan en la Eucaristía?

Partir simboliza en la terminología bíblica sacrificio, esfuerzo, trabajo, entrega, oración, compartir, o sea es una fiesta especial porque en nombre de Cristo me pongo al servicio de los demás, me parto de mi existencia para que las otras personas se alimenten de mi amistad, de mi fidelidad, las otras personas se alimenten de mi cooperación, no siempre material sino también moral y espiritual, es un partirse, es un sacrificio mío porque comparto mis pocos o muchos ingresos que tengo, porque además tengo que sacrificar para cultivar esa hermosa amistad y dar el tiempo necesario para esa persona y eso supone restar tiempo a otras actividades también importantes y al partirse significa un sacrificio, un esfuerzo, se reparte, eso quiere decir, se entra en una dimensión de fraternidad y de comunidad y de solidaridad que es el modelo de Iglesia paceña que buscamos, que se parte a todos sin distinción, sin discriminación, el que desea se acerca a la Eucaristía a recibir el cuerpo de Cristo y el sacerdote con toda reverencia, con todo respeto le da la comunión que es el mismo cuerpo y la misma sangre del Señor para que entre en esta dimensión comunitaria, familiar de la vida cristiana y de la vida de fe, que tanta falta hace en nuestro país.

Un país ahora especialmente confrontacional, de tanta violencia social, de tanta agresión, de tanta división, cuánto bien le haría esta receta ¿no?, este antídoto, esta vacuna del Señor, que podamos tenernos paciencia, podamos comprendernos y podamos perdonarnos para formar la familia boliviana, que desde lo que somos y hacemos aportemos mejor al ser boliviano, desde la ayuda que nos pueda dar la fe.

En ese sentido, una invitación a todos a que participen de los eventos litúrgicos pero al mismo tiempo que esa participación litúrgica y espiritual repercuta en el diario de mi Cristo que sacia todas mis expectativas, que calma toda mi sed y este mismo Cristo que me invita a la reconciliación, al encuentro de la familia cristiana para que podamos ser un signo de unidad y de paz en el mundo.

¿Cómo debe el católico disponerse a celebrar esta fiesta religiosa?

Toda esta semana la misma liturgia ya ha direccionado, en cada una de las parroquias se han hecho una especie de novenas de formación bíblica, de encuentros grupales siempre. Desde lo que ha significado la fiesta de Pentecostés se entraría en esta otra nueva dinámica del Corpus Christi y entonces hay dos eventos, dos momentos especiales, las celebraciones litúrgicas que este año serán particularmente especiales porque serán, por ejemplo en la zona Sur, y comprenden las parroquias de Guadalupe en Achumani   y de San Miguel en la zona más baja de la zona Sur.

En este tramo haremos nuestro recorrido procesional con el Señor y celebraremos la Eucaristía en San Miguel. La zona Centro, que también abarca otro número más grande de vicarias, tendrá su inicio acá en nuestra Catedral (Metropolitana), estarán presididos ellos por Monseñor Pedro Fuentes, en la zona sur la presidiré yo y se acogerán hacia el Seminario San Jerónimo y en la zona Norte tenemos ya la presencia de Monseñor Luis Durán, donde también se tendrá la celebración eucarística y la procesión correspondiente.

La procesión es un acto muy lindo y muy reconocido acá en La Paz, la procesión supone llevarlo a Cristo a hacer un paseo bendicional por nuestras calles. Tan lindo decía el Papa Juan Pablo II, las calles son también de Dios, no solo son de los comerciantes, ni de los movimientos sociales, ni de los peatones, ni de los vehículos. Cristo también quiere caminar por nuestras calles, bendecirlas, acompañarlas, darles ese gustito de la fe. Entonces ese es el sentido procesional del cuerpo de Cristo porque es una presencia real del Señor que pasea por las calles de La Paz, en este caso, derramando sus bendiciones para tanta gente que lo necesita, ancianos, enfermos, familias con problemas, matrimonios en situación de separación, hijos desorientados, profesionales que caen en el campo de la corrupción, todos necesitamos una mirada, una bendición de nuestro Señor. Y ese es el significado de la procesión de Corpus Christi, el cuerpo de Cristo pasea con su iglesia por nuestras principales calles para derramar su bendición, en el momento que concluye con la Eucaristía. Y el segundo momento es esa experiencia que la tengo que explicar en mi iglesia doméstica, que es mi ámbito familiar, mi ámbito de vacío, mi ámbito laboral y yo he estado participando de las fiestas del Templo de la Sangre de Cristo.

¿Qué grave sería si participo el jueves procesionalmente de la Eucaristía, de la conversión y el viernes estoy exigiendo a mis papás una actualización de mi celular o de mi computadora, porque no va a tener sentido. Si Cristo sacia toda mi hambre ¿a qué viene esto del nuevo celular, el nuevo computador, el nuevo vehículo, la nueva moto o del nuevo departamento?

¿Qué es Cristo?, ¿simplemente un dije?, ¿un adorno que hay que llevarlo en el pecho? Lo tienes que transformar directamente en nuestra forma de vida y esto es tan importante, ojalá la gente se diera cuenta. Todos se preguntan ¿antes cómo podíamos nomás vivir tranquilos? y éramos familias numerosas.

Nosotros somos cinco hijos hombres, mi mamá quedó viuda y los cinco hemos ido adelante, hemos salido profesionales, ahora estamos sirviendo a Bolivia desde lo que somos, uno como policía, otro como ingeniero, otros como profesor, otro como periodista, yo como sacerdote. ¿Pero cómo ha hecho esta mujer?, porque ahora no pueden criar un hijo, es que la gente se ha ido creando necesidades innecesarias.

Ahí está la clave, yo tengo un computador, la tengo hace 25 años y me sirve perfectamente para lo que yo hago, que es casi como una máquina de escribir y para algo de Powerpoint. ¿Por qué tengo que renovarla?, ¿cuál es el motivo?

Mi celular, que es el tercero que tengo desde que hay celulares, lo he tenido que comprar ahora por el tema del Zoom, para tener las reuniones que tenemos virtualmente. En ese sentido, estamos en un mundo del consumismo y de la moda es tal que te hace comprar una máquina de afeitar sin que tengas barba. Nos hemos creado y nos vamos inventando y creando cada día cosas que no necesitamos, ya estamos nuestros sombrereros totalmente llenos, nuestros zapateros totalmente llenos, .que ni siquiera los vamos a usar.

Hay que tener un sentido crítico maravilloso para vivir como se debe vivir, con dignidad, como hijos de Dios. Que no haya tanto que sobre y que no falte tanto que nos haga pasar la necesidad. El Señor ha saciado toda nuestra hambre y toda nuestra sed. Ese es el sentido de esta bellísima fiesta de Cuerpo y Sangre de Cristo.

Si Bolivia es un Estado laico, como se asevera desde diferentes esferas, ¿por qué  se tiene un feriado?

La primera cosa que tengo que decirles a esos hermanos es que lean bien la Constitución. En ninguna parte de la Constitución dice que Bolivia es un Estado laico. En el artículo 4to claramente explica que Bolivia no es confesional, no tiene una religión oficial, pero la palabra laico no aparece. Eso es el discurso de unos charlatanes de la política, lamentablemente que los tenemos muchos. Entonces, lean bien la Constitución. Bolivia no es un Estado laico. Pero sí hay libertad de culto. Y donde hay libertad de culto y de expresión religiosa, puede cualquier persona, incluso siendo autoridad, participar de todos los eventos públicos que se tienen.

Y un Estado donde se respeta la diversidad religiosa, pues respeta las tradiciones y las costumbres. Las costumbres incluso se hacen ley. Y un gobernante sabio o cualquier improvisado de esos, lo primero que tiene que ver es que si esa costumbre ayuda a ese país, ayuda a ese hombre, a esa mujer de ese determinado territorio. Estamos viendo la fiesta de Corpus Christi y vemos cómo esta fiesta puede ayudar en no consumir lo innecesario, cómo puede ayudar en retomar la unidad boliviana, cómo puede ayudar en participar de la actividad solidaria.

Tendría que ser muy necio, muy ignorante, para no reconocer eso. ¿Por qué? Yo, por ejemplo, como presidente de Bolivia, digamos, no creo en este Dios. Pero si ellos creen y a partir de su creencia van a vivir más unidos, con más respeto, con más comprensión, con más perdón. ¡Qué lindo! Yo quiero tener a esos bolivianos sin necesidad de hacer uso de la Justicia ni de la policía.

Yo siempre les digo a los políticos, ustedes tendrían que estarnos subvencionando muchas actividades, porque nosotros lo único que tratamos de hacer desde la fe es construir un hombre boliviano y una mujer boliviana bueno y buena. Más todavía, queremos que ese hombre sea sano, bueno y normal. ¿No quieren eso ustedes para los bolivianos como gobernantes? Entonces, ¿por qué habría que oponerse a esto?

Es como una madre, en un colegio religioso que yo dirigía, viene y me dice: padre, ¿es obligatorio que mi hijo asista a la Eucaristía? Y yo le digo, ¿usted qué cree?, ¿usted qué quiere para su hijo?, ¿quiere que su hijo sea una persona de bien? Ahí está un instrumento, la Eucaristía.

Ustedes tendrían que trabajar para que su hijo empiece a participar de la Eucaristía y le saque el máximo provecho para que sea un hombre de bien. Esas personas que protestan y que hablan, tendrían que un poquito formarse, estudiar, porque ese es el respeto, además, ¿no? El respeto a una opción religiosa del otro. Bueno, así como nosotros respetamos a un ateo, a uno que no cree, a uno que tiene una opción diferente de género, de la política, ¿nos molestamos?

Pero, ¿y por qué de ellos hacia nosotros no existe el mismo respeto y la misma consideración?, ¿qué nos hace menos bolivianos que ellos? Es simplemente un ABC de una formación básica, lo que es ciudadanía, compromiso, lo que es participación en un Estado, en un municipio, en una gobernación, y desde la institución en la que yo me encuentro, ¿qué es lo que puedo yo aportar para que mi país sea más grande?

Bolivia sigue siendo predominantemente católico

Bueno, son las estadísticas, el católico dice que es el que ha sido bautizado, o el que participa de la Eucaristía. Para nosotros católico entendemos a aquella persona que es, en primer lugar, a partir de su fe en la Santísima Comunidad, capaz de vivir en comunidad. O sea, si usted dice que es católico, la primera cosa que tiene que decir es; ¿estoy enojado con alguien?, ¿estoy peleado con alguien?, ¿estoy con deseos de venganza, de envidia, de odio? Pero si él tiene esos problemas, no es católico por más que lo diga, o por más que lo haya bautizado el Santo Papa Francisco o Juan Pablo II,

Primera cosa, su dimensión comunitaria. ¿Verdaderamente usted es un hombre de comunión?, en su vida matrimonial, en su vida laboral. Si es así, o está trabajando en esa dirección, es católico, primera parte. Esa experiencia de la dimensión comunitaria.

Entonces, es el tema de la fraternidad, después de vivir esta fraternidad y esta revolución cristiana, es cómo la transmitimos y ahí está la dimensión misionera. Un católico que no habla a sus hijos para empezar, a su familia, a sus vecinos, a sus colegas, sobre la importancia de la fe, no es católico. Por más que sea bautizado, confirmado, casado, lo que sea, en la práctica no lo es.

Entonces aquí están esos dos elementos. Ahora, si estos dos elementos se cumplen a una persona, y le digo yo lo hago esto todo a partir de mi fe, porque soy de la Iglesia Católica, ese sí es. Vivir la dimensión comunitaria hasta sus últimas consecuencias, y esa experiencia comunitaria nos da tanta felicidad que se convierte en misión.

También los míos tienen que entrar en esa dinámica, en esa propuesta de Jesús, que es la construcción del Reino de Dios, entonces, sí podemos estar hablando de una persona que es católica.

¿Qué mensaje le da a la feligresía en este Corpus Christi?

Sería fundamentalmente aprovechar esta presencia de Cristo, presente en el pan y en el vino para decir Señor, gracias, yo no necesito más de nada. Es como les decía en el Señor de la Sentencia, que celebrábamos un milagro de hace 66 años ocurrido acá en este templo, en este santuario. Yo les digo, pero para qué vamos atrás. Celebremos el milagro de esta mañana, el que nos permitió levantarnos con vida. Celebramos ese milagro.

El milagro que nos ha permitido llegar a este templo porque todavía podemos caminar. El milagro porque todavía podemos ver, hablar, pensar. Y después de la misa seguro que nos vamos a servir un rico plato, como nosotros nos servimos un rico picante mixto. Ese milagro de poder comer ese plato sin consecuencias en tu salud. ¿Por qué no celebramos ese milagro?, ¿para qué vamos a estar retrocediéndonos al milagro de hace 66 años?

Entonces, un mensaje sería ese, espero a este Cristo como el que realmente te trae la paz y la felicidad que tú lo estás buscando a través de otros medios que nunca te la van a dar. Te la darán, así como una muestrita, como un medicamento de muestreo prohibido de la venta. Pero que te trae así como un tratamiento que te va a curar de la enfermedad, eso solamente te lo trae el Señor. Entonces, gracias Señor, gracias por todo lo que tengo, por todo lo que soy, por todo lo que he conseguido. Por favor manténme siempre en tu amor y que esta paz y esta felicidad que tú me traes, no me falte.

Con tu fuerza, todo puede llevarlo adelante. Haz que supere estas cruces. Si no las puedo, dame la fuerza necesaria para cargarlas. Más felicidad. Yo creo que esta fiesta nos trae este objetivo mensaje.

Y dejemos de agrandar las emociones, cómo en este ejemplo político, uy el dólar, el dólar, no me va a matar. La falta de dólares en Bolivia no me va a matar, por favor. Pero queremos agrandar esto. Hay como muchas personas que tienen alguna dolencia. Ay, que a mí me duele esto. Ay, ay, por favor, todos tenemos dificultades. Cuando alguien me pregunta, a mí: ´Percy, ¿cómo estás?`, en perfecto estado de funcionamiento, más no puedo pedir, aunque claro, tengo mis dolores, pero más que eso ya no puedo pedir.

Entonces, hay gente que se empieza a crear necesidades innecesarias, también en esto de la vida. Y empieza a agrandar las cosas para hacerse vida. Y si no tiene problemas, enfermedades, dificultades, las inventa, porque quiere ese estado. Que la gente sienta lástima.

Esta fiesta nos dice: ´nada señores`, el Señor es tu alimento, él sacia toda tu hambre. El Señor es tu bebida, él sacia tu sed, paz y felicidad. Es lo que nos trae Corpus Christi, una vida de unidad, una vida de fraternidad, es una vida de solidaridad que se expresa fundamentalmente, para mí, en el respeto de la verdadera amistad.

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