Aunque en la parte del sector que se dirige hacia el puente del Rosario no hay dificultades significativas, se implementaron barreras transversales para mejorar el funcionamiento hidráulico de la zona.
AMUN / 11-01-25
Bajo Llojeta enfrenta un arduo trabajo de limpieza tras la mazamorra ocurrida el 23 de noviembre de 2024, que sepultó 40 viviendas y provocó la trágica muerte de una niña. A pesar de las persistentes lluvias que cayeron en los últimos días, los equipos de la Alcaldía trabajan incansablemente para eliminar el lodo acumulado en la zona.
Juan Pablo Palma, secretario de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades, explicó que las intensas precipitaciones dificultaron el ingreso de maquinaria a los lugares más afectados. “La lluvia ha saturado los accesos, lo que impide que podamos avanzar con rapidez en las labores de limpieza”, indicó Palma.
El funcionario también destacó que el estado del material es un desafío adicional. “Con la gran cantidad de humedad, el lodo se vuelve muy complicado de cargar en las volquetas. Estamos esperando a que el tiempo mejore; mientras tanto, se están realizando trabajos de encauzamiento en el sector y a medida que el terreno se seca, se procederá a retirar el material”, afirmó.
Palma agregó que, aunque en la parte del sector que se dirige hacia el puente del Rosario no hay dificultades significativas, se implementaron barreras transversales para mejorar el funcionamiento hidráulico de la zona. Desde ayer (viernes), se comenzó a reforzar el sistema de canal abierto, que había sufrido erosión. “Estamos trabajando en un encauce de 180 metros con chapas armicas, lo que proporcionará mayor seguridad y permitirá avanzar hacia una solución definitiva en las próximas semanas, que probablemente incluya la reconstrucción de la bóveda”, explicó.
En cuanto a la cantidad de lodo por remover, Palma subrayó que aún queda mucho trabajo por hacer. “Hemos estimado que se necesitan retirar alrededor de 140 mil metros cúbicos de material debido a la caída de la plataforma en Cementerio de los Andes. Aunque hemos avanzado en el retiro del lodo, la saturación del terreno y la humedad continúan siendo un obstáculo”, concluyó.
Las autoridades continúan evaluando las condiciones y trabajando en el terreno, con la esperanza de que las lluvias cesen y permitan avanzar en la recuperación de Bajo Llojeta.
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