Con un lleno total, el evento se convirtió en un emotivo encuentro entre la música y el deseo colectivo de un futuro mejor.
AMUN/ 8-12-24
La Catedral Castrense de La Paz se vistió de gala para cerrar el ciclo de conciertos «Paz y Amor», una iniciativa que ha buscado durante varias semanas fomentar el perdón y la reconciliación en una ciudad que anhela la unidad. Con un lleno total, el evento se convirtió en un emotivo encuentro entre la música y el deseo colectivo de un futuro mejor.
La velada final fue un verdadero deleite para los asistentes, quienes no dudaron en ponerse de pie para aplaudir a la Orquesta Sinfónica, que cautivó al público con sus melodías. Entre los momentos más destacados, se presentó un coro de niños, vestidos de blanco y portando velas encendidas, que acompañó la conmovedora interpretación de «Noche de Paz».
Américo Gemio, Secretario Municipal de Culturas y Turismo, tomó la palabra para expresar su agradecimiento. “Quiero agradecer a Cristian, a la orquesta y al coro por estos tres conciertos que hemos disfrutado”, afirmó. A pesar de la ausencia del alcalde, quien se encontraba preparando su defensa para una audiencia.
Gemio compartió el mensaje del edil: “Lo que queremos para nuestra alcaldía, para nuestro municipio y para nuestro país es perdón, conciliación, amor y respeto”.
El ambiente navideño se sintió en cada rincón de la iglesia, donde los deseos de felicidad y prosperidad resonaron con fuerza.
“Les deseamos mil felicidades en esta Navidad y un próspero Año Nuevo. Que en este Bicentenario nuestros problemas políticos, económicos y sociales se resuelvan”, añadió Gemio, prometiendo que el ciclo de conciertos continuará el próximo año.
Cristian Asturizaga, director de la Orquesta Chuquiago Marka, también se dirigió al público, pidiendo un fuerte aplauso para Alejandra Wayar y Luis Meneses, directores de los coros.
“Que esta Navidad llegue con paz y bienaventuranza, y que el próximo año reine la felicidad en sus hogares”, concluyó.
El cierre del ciclo de conciertos «Paz y Amor» no solo fue una celebración musical, sino también un llamado a la esperanza y la unidad, dejando en el aire el anhelo de un futuro donde la paz y el amor sean los verdaderos protagonistas.
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