Durante el evento, los asistentes se unieron en un acto significativo al entregar ofrendas de alimentos a la mesa
AMUN/ 30-10-24
En un emotivo acto cultural, Ecuador y Bolivia unieron sus tradiciones en la celebración de Todos Santos, con el armado de tres mesas en honor a los difuntos. Este miércoles, la Terminal de Buses de La Paz se convirtió en un punto de encuentro donde se exhibieron mesas representativas de la comunidad afroboliviana, la cultura ecuatoriana y las costumbres de La Paz, rindiendo homenaje a los seres queridos que han partido.
El evento contó con la presencia de representantes diplomáticos de países como Panamá y Francia, además de funcionarios municipales y un público entusiasta que se acercó a ser parte de esta celebración.
El Secretario Municipal de Cultura y Turismo, Juan Américo Gemio Zabala, destacó la importancia de recordar a nuestros difuntos y la necesidad de paz en el contexto actual de conflictos en el país.
«Este fin de semana, muchos estarán en los cementerios, compartiendo alimentos y recordando a aquellos que ya no están. Es un momento para reflexionar y brindar un mensaje de unidad», expresó.
Por su parte, la embajadora de Ecuador en Bolivia, Miriam Esparza, compartió las raíces de la tradición ecuatoriana, que combina el sincretismo cultural entre pueblos originarios y la influencia colonial.
Para ella, el Día de los Difuntos es una celebración religiosa fundamental, que permite honrar a quienes han partido. «He querido poner en esta mesa a mi madre, que falleció hace seis años, y también recordar a colegas que han perdido recientemente a sus seres queridos. Esta tradición une nuestras culturas, y hoy hemos querido compartirla», mencionó mientras invitaba a los presentes a disfrutar de la «colada morada», una bebida tradicional ecuatoriana, y ‘guaguas de pan’, que simbolizan a los difuntos.
Durante el evento, los asistentes se unieron en un acto significativo al entregar ofrendas de alimentos a la mesa. Este gesto de respeto y celebración de la cultura ecuatoriana elevó el ambiente, lleno de calidez y nostalgia.
El toque musical del grupo Jach’a Tunupa, que deleitó a todos con sus vibrantes interpretaciones de punkilladas, complementó la experiencia, creando una atmósfera de alegría y reflexión en honor a los seres queridos que han partido.
La Embajadora del Ecuador, con su cálida hospitalidad, invitó a todos los presentes a degustar los alimentos tradicionales dispuestos en la mesa de difuntos de su país. Los sabores auténticos y representativos de la cultura ecuatoriana no solo ofrecieron una experiencia gastronómica única, sino que también permitieron a los invitados conectar más profundamente con las costumbres y tradiciones de la nación.
El evento también incluyó la participación de Janeth Echave, amauta que hizo un llamado a los ancestros, recordando la conexión vital que los pueblos indígenas mantienen con la naturaleza y sus tradiciones. «Nuestros ancestros nos guían y nos enseñan el camino. Siempre les rendimos homenaje», afirmó con gran respeto.
Carlos Tellería, en representación de la comunidad afroboliviana, compartió su experiencia y las tradiciones que entrelazan las raíces africanas y andinas. «Nuestra cultura es rica en costumbres que se celebran en cada casa de la comunidad, y aunque se diferencian en algunos detalles, hay un gran paralelismo con la tradición aymara», argumentó.
Iveliz Asturizaga, administradora de la Terminal de Buses de La Paz, concluyó el acto enfatizando la importancia de la cultura como un elemento que une a las personas, independientemente de las fronteras. «Estamos aquí para rendir homenaje a quienes han partido y, al igual que quienes llegan a esta terminal, todos buscamos llegar a un mejor destino», afirmó.
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