En la madrugada de este sábado, el alcalde Iván Arias inspeccionó a las cuencas de los ríos de la ciudad para evaluar su estado tras las persistentes lluvias que se registraron durante la noche.
AMUN / 11-01-25
A las 5:30 de la mañana, el alcalde Iván Aras iniciaba su recorrido por las cuencas de la ciudad para evaluar el estado de los ríos luego de una noche de lluvia persistente. A pesar de que las precipitaciones habían sido suaves, la preocupación por el comportamiento de los ríos en la capital paceña era latente.
Según el pronóstico, para la madrugada se esperaban lluvias muy débiles e intermitentes, con montos de agua menores a 3 mm en los macro distritos de la ciudad.
En la calle 22 de Achumani, el Alcalde se detuvo a observar el río. “Miren, ha llovido toda la noche, pero el río está fluyendo tranquilo, a diferencia de la noche anterior”, afirmó Arias con un tono de alivio.
La lluvia había sido ligera y se había concentrado en las cabeceras de los ríos, lo que resultó en un flujo controlado en las zonas bajas. “Los ríos están fluyendo en niveles seguros, ni siquiera al nivel amarillo. Esta es una buena noticia, porque quiere decir que los trabajos de limpieza están funcionando y están dando resultados”, añadió, mientras sus colaboradores tomaban nota de la situación.
A las 5:45, el recorrido continuó en Alto Irpavi, donde la niebla cubría la parte alta de la ciudad. El Alcalde, junto a su equipo, observó cómo la neblina se entrelazaba con el canto de los pájaros al amanecer.
“El cielo está despejado arriba, pero aquí en la ciudad se siente la humedad”, comentó, mientras se dirigía hacia el río Aruntaya, conocido por llevar consigo grandes cantidades de lodo y piedras debido a la erosión en las laderas.
“Este río ha sido problemático por las invasiones y apropiaciones en las áreas altas, y hoy es un buen día porque, a pesar de la lluvia, el agua fluye de manera controlada”, dijo Arias, destacando los esfuerzos realizados para mitigar las inundaciones. A medida que continuaban su recorrido, el Alcalde hizo hincapié en la importancia de la limpieza y el mantenimiento de los ríos para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
En San Isidro Alto, el panorama era similar. La niebla cubría la vista, pero el centro de la ciudad se asomaba entre las nubes. “Esa es la cancha de beach voley que recientemente inauguramos”, señaló el Alcalde, mientras sus ojos se posaban en el horizonte.
La visión de los ríos Orcojahuira y Choqueapu también mostró un comportamiento positivo: “A pesar de que han arrastrado algo de barro, el agua fluye y eso es lo que más nos preocupa”, observó con satisfacción.
El puente que une Miraflores con Villa Copacabana fue otra parada del recorrido. “Este es un punto crítico, pero miren cómo fluye el río. Ha llovido, cierto, pero lo más importante es que el agua se está moviendo sin represamientos”, concluyó la autoridad, visiblemente satisfecho con los resultados de la inspección.
Las horas avanzaban y, aunque la lluvia continuaba cayendo de manera tenue, la ciudad parecía respirar con tranquilidad. La labor de limpieza de ríos, la vigilancia constante y la cooperación de la comunidad parecían haber dado sus frutos.
La mañana de este sábado 11 de noviembre se presentó como un nuevo inicio para La Paz, donde la calma de los ríos se convirtió en un símbolo de la esperanza y la resiliencia de sus habitantes.
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