AMN/29-08-21
Con casco de seguridad y con el equipo de arneses de seguridad apropiados que el Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI) le colocaron, el alcalde Iván Arias experimentó el vértigo de subir 30 metros en un ascenso en rappel, en ocasión de la Feria Dominical de Mil Colores que inauguró este domingo y que, a partir de este año, irá por los macrodistritos.
“La feria no solo ocupará El Prado, sino ocupará también zonas importantes de la ciudad, vamos a hacerla rotativa, tenemos un cronograma y así vamos a variar, queremos que la cultura, el arte también se descentralice, pero ahora estamos iniciando aquí en el centro de la ciudad lo que es la es la Feria de los Mil Colores”, dijo Arias al mediodía de este domingo.
Esta primera feria se inició con la participación de 220 expositores, informó el secretario municipal de Culturas, Rodney Miranda, pero se prevé que para las futuras ediciones en los diferentes macrodistritos, el número aumente, ya que se contará con la participación de artesanos y artistas de los propios barrios.
“Ya no va a ser una feria dominical de El Prado, va a ser una Feria Dominical Macrodistrital de los Mil Colores, estamos empezando en El Prado, después nos vamos al macrodistrito Max Paredes donde vamos a estar en la avenida Buenos Aires, una de las avenidas más importantes de la ciudad de La Paz”, dijo Miranda en el acto de inauguración.
La feria también se instalará en la zona Sur, en la calle 21 de San Miguel, en San Antonio en la Av. Burgaleta y hacia el mes de octubre se prevé una última feria nuevamente en El Prado. El titular de Culturas resaltó la paciencia que tuvieron los gestores y actores culturales dado que no se pudo realizar la feria debido a la pandemia, pero ahora “se puede reconstruir el tejido social” y reactivar la economía del sector cultural, que fue uno de los más golpeados en este último tiempo.
Por su parte, el presidente del Concejo Municipal, Jorge Dulon, manifestó que este tipo de actividades transforman e integran a la sociedad, dado que “la cultura juega un papel decisivo en la agenda del desarrollo, nuestras expresiones culturales no siguen una determinada ideología ni se encasillan en los debates políticos de izquierda o de derecha, por ellos son un símbolo para unirnos como bolivianos y paceños”.
Tras las palabras de inauguración, el alcalde hizo el ascenso en rappel, después visitó cada uno de los stands dispuestos a lo largo de El Prado. En su recorrido, se sacó fotos con niños, le invitaron una manzana dulce y una gelatina, vio como un alfarero hacía su trabajo y le dijo a su esposa, Mercedes Butrón, “qué belleza esa niña”, al referirse a una pequeña que hacía una demostración en el escenario de la danza.
La feria se reactivó con el impulso de artesanos, expositores y pequeñas empresas que ofrecieron artesanías, tejidos y productos diversos a la ciudadanía. Los escenarios dispuestos por edades permitieron entretener a grandes y chicos.
En el caso de los menores, se habilitaron juegos didácticos como el que del PumaKatari que, a través de una ruleta con preguntas, interactuó con niños y adolescentes para dar premios a los que acierten en las respuestas.
La feria tuvo también su sector de educación y prevención, además de la presentación del trabajo que desarrolla la Escuela Taller de Restauración La Paz, cuyos alumnos expusieron sus obras talladas en madera, mármol y pan de oro.
Para los adultos mayores se habilitó un escenario de baile y también de juegos de antaño como la tunkuña y el trompo. En el tema gastronómico, la población pudo disfrutar de las manzanas acarameladas, los helados de canela, los churros, queques y mermeladas caseras que se comercializaron en la oportunidad. Y en el escenario principal se escuchaba la música de la Big Band de El Alto.
La Cholita Paceña 2021, Nelly Mamani, acompañada de la Cholita Kurmi, Wara Mendoza, también disfrutó de las diferentes atracciones de la feria, entre las que se encontraba el organillero Sergio Ríos, quien mantiene viva la tradición de este oficio.
El alcalde Arias se acercó a Ríos y le preguntó “¿qué estás haciendo papito?”, a lo que Ríos respondió: “tocó Oh linda La Paz” y todos empezaron a corear la canción junto al mono de peluche que bailaba al lado del organillo.