AMN/31/10/2021
La Hermandad del Señor de Los Milagros en La Paz nombró este domingo al alcalde Iván Arias como uno de sus nuevos miembros y le impuso una túnica de color morado durante la misa, celebrada por el arzobispo de La Paz, monseñor Percy Galván. Después de participar de la procesión de la imagen, desde la iglesia de La Merced hasta el Palacio Consistorial, el burgomaestre dijo que su labor como primera autoridad del municipio paceño “es servir”.
“Soy devoto del Señor de los Milagros. Fui ungido con la túnica del Señor de los Milagros. Hoy me han impuesto esta túnica que me hace parte de esta Hermandad, estoy agradecido a Dios y ante todo por estar con vida y tener la posibilidad, como decía (el arzobispo Galván) en su homilía, de servir, servir y servir”, dijo el alcalde de La Paz con la túnica morada.
Arias recordó cómo su madre visitaba la Iglesia de San Agustín, situada al lado del Palacio Consistorial, en la calle Mercado, para rezar por él, por su vida y salud, después del exilio que sufrió a raíz del golpe de Estado de 1980.
“Es para mí una gran emoción recibir esta túnica por un tema personal y muy profundo, yo en 1981, en tiempos de García Meza, caí preso, caí torturado y estuve baleado, mi madre no podía verme en la clínica y lo único que me hacía llegar era la imagen del Señor de los Milagros”, rememoró Arias.
Recordó que su madre rezaba por él ante el Señor de los Milagros. “Mi madre encomendó mi vida al Señor, salí exiliado y antes de salir me dijo: ‘hijo, éste es el milagro del Señor, júrame que nuca vas a dejar de agradecer’, desde aquel entonces mi mami no venía tanto aquí a la iglesia La Merced, sino que se iba a la iglesia que está al lado de la Alcaldía, la iglesia de San Agustín, y es allí que ella rezaba, oraba todo el tiempo por mí”, añadió.
Arias mostró su agradecimiento a Dios y en especial al Señor de los Milagros. “Por el milagro de estar con vida y el milagro de estar donde estoy es para dar gracias, porque Dios me dio vida, gracias papito, gracias Señor de los Milagros”, dijo al final de su intervención antes de salir en procesión son sus hermanos de fe hacia el Palacio Consistorial.
En la oportunidad, la embajadora del Perú en Bolivia, Karina Palacios, dijo que está agradecida porque el Señor de los Milagros es patrono de su país desde tiempos inmemoriales y en Bolivia tiene muchos devotos. “En nombre de la Embajada de Perú quisiera agradecer a la hermandad del Señor de los Milagros”, dijo la diplomática dado que la fe que tienen los peruanos ha cruzado las fronteras.
El canto inicial de la celebración eucarística reflejó la fe de los devotos en el Señor de los Milagros. “Señor de los Milagros venimos en procesión, los fieles devotos a implorar tu bendición, con paso firme de buen cristiano, hagamos grande nuestra nación, unidos todos con una fuerza te suplicamos nos des tu luz”, reza el vals peruano interpretado por el ministerio de música mientras el arzobispo Galván, ingresaba a la iglesia La Merced.
En su homilía, Galván hizo énfasis en el principal mandamiento que manda Dios: amar al prójimo como a ti mismo y que la Palabra del Señor habla del amor traducido en los milagros. “Experimentamos los favores, las dimensiones cotidianamente de nuestro Dios, la Palabra del Señor nos habla del amor, el milagro que el Señor hace cada día por nosotros”, dijo el arzobispo de La Paz, quien recordó que el ser humano “no puede confiar en sus propias fuerzas, nada podríamos hacer solos: ¿creen que podrían vivir solos?”.
Galván también habló sobre el saber escuchar a Dios y guardar silencio. “El silencio es especial porque nos invita a renunciar a cosas seductoras, tentadoras, para permitir que Dios nos hable profundamente”. El prelado habló de la unidad y la fe, que todos los fieles del Señor de los Milagros deben esforzarse por no perder la fe. “Para tener un buen matrimonio, ser un buen cura, todos los días tenemos que decirle al Señor de los Milagros que es nuestra fortaleza”, añadió.
La iglesia de La Merced lució de morado y blanco, al igual que los devotos hombres que lucieron túnicas con ese color que representa la preparación espiritual y la penitencia. Las mujeres lucieron velos blancos transparentes que cubrieron sus cabezas y acompañaron la procesión iniciada por los varones con la imagen del Señor de los Milagros con oraciones y cánticos.
Arias llevó en sus hombros como otros de sus hermanos en la fe la imagen del Señor de los Milagros, desde el templo La Merced hasta el Palacio Consistorial. La esposa del alcalde, Mercedes Butrón, y la embajadora del Perú en Bolivia, también llevaron en sus hombros la imagen. En el interior del edificio municipal se presentó el baile peruano de la marinera norteña, en homenaje al Señor de los Milagros. Al finalizar la imagen volvió a La Merced.
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