AMUN/25-08-22
La Alcaldía de la Paz proyectó este jueves que tras la licitación y adjudicación de la industrialización de los residuos sólidos, la empresa ganadora comenzará a administrar el relleno sanitario de Sak’a Churu en 2023, de manera paralela instalará la factoría e industrializará la basura en 2024.
“El 2023 la empresa empezaría a administrar el relleno sanitario y empezará la construcción de la planta que debería entrar en operación en enero de 2024. Esperemos que en 2024 no entre una tonelada más de basura al relleno y toda la basura ya vaya directamente a la planta de industrialización de la basura”, afirmó el secretario ejecutivo de la Alcaldía de La Paz, José Carlos Campero.
Estas acciones serán el resultado del proceso de licitación nacional e internacional, para la industrialización de la basura en el municipio de La Paz, que el alcalde Iván Arias lanzó el martes 23 de agosto.
El proceso se efectuó en el marco de las alianzas-público privadas, con la pretensión de captar inversión privada de 180 millones de bolivianos a través de una concesión por 25 años y la empresa adjudicada entre otros contribuirá con la generación de energía eléctrica.
Según la convocatoria, las empresas tienen un plazo de 50 a 120 días para hacer llegar sus propuestas al Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y para hacer su requerimiento de información, plantear sus dudas y recorrer el relleno sanitario de Sak’a Churu que está en operación, actualmente.
“Además, van a tener la oportunidad de hacer visitas técnicas al relleno sanitario para ver las condiciones en las que las empresas tienen que asumir la administración del relleno y el cierre”, manifestó.
El Gobierno Municipal, luego que se cumpla los 120 días de plazo para la presentación de propuesta tendrá 30 días hábiles para analizar cada uno de los proyectos y prevé que el contrato para la industrialización de la basura se firme en enero de 2023.
“A partir de estos 120 días tenemos 30 días hábiles para hacer un análisis completo de estas propuestas, estaríamos firmando más o menos en enero del próximo año, el 2023, el contrato con la empresa ganadora que se adjudique la industrialización de la basura en el municipio de La Paz”, aseguró.
Campero explicó que el objetivo de la instalación de una planta para la industrialización de los residuos sólidos en el municipio paceño es “dar valor a la basura y también generar una serie de efectos ambientales positivos en el municipio”.
Esos efectos ambientales positivos tiene relación primero, con la reducción de la generación de lixiviados, que es el líquido que proviene de la putrefacción de la basura que se genera en los rellenos y que es altamente tóxico y contaminante.
Campero afirmó que el segundo efecto es la eliminación de las emisiones de gases de efecto invernadero, que “es otro subproducto de la putrefacción de la basura” pues “eso hace que nosotros no tengamos un posición adecuada frente al cambio climático”.
Y el tercer efecto positivo ambiental, dijo Campero, es la eliminación de vectores, porque actualmente, en el relleno sanitario se observa la presencia de perros, aves y roedores que se alimentan de esta basura. Luego estos animales se trasladan a beber agua a otros lados con el riesgo de generar enfermedades y otros problemas de salud pública.
“Por ejemplo, las gaviotas van a beber a la laguna de Achocalla, llevando probablemente una serie de patologías o problemas de salud pública que pueden contagiarse no solo a los peces en el agua, sino también a los seres humanos que utilizan de forma habitual la laguna de Achocalla para su distracción”, explicó.
El secretario Ejecutivo destacó que la licitación para la industrialización de la basura en la ciudad de La Paz fue lanzada luego de un año de investigación de experiencias similares en la región y en el mundo. Ese tiempo también sirvió para identificar la metodología que se aplicó en la región para concretar la experiencia de industrializar los residuos.
“(La metodología) es básicamente hacer una separación previa de residuos para identificar qué residuos pueden ser reusables y reciclables, y el resto de la basura secarla para que pueda ser utilizada como combustible para los hornos de las industrias cementeras y para los hornos de las empresas que generan electricidad a partir del gas natural”, remarcó.
En la investigación, además se estableció que la instalación de una planta de industrialización es “relativamente barata”, por lo cual se podrá acceder a la maquinaria y al personal para la instalación y funcionamiento, agregó Campero.
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