Arias reza un Padre Nuestro por las almas y recuerda cómo de niño rezaba a cambio de pan

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El alcalde Iván Arias entrega una canasta de frutas como ofrenda a la mesa de los difuntos ediles. Foto: AMN.

AMN/01-11-21
Con el rezo de un Padre Nuestro, el alcalde Iván Arias recibió este mediodía a las almas de funcionarios municipales fallecidos –entre ellos su amigo René Sahonero– en una mesa armada en el ingreso al Cementerio General por Todos Santos, donde recordó a sus padres y las costumbres que solía realizar de niño en esta fecha tradicional.

“Este es un sincretismo que tenemos y de lo que cada uno lleva en su corazón; yo de niño, porque es una costumbre que se ha ido perdiendo, iba a rezar casa por casa. ¿Te lo rezaré señora? Preguntaba y nos regalaban pancito, porque esa significación hemos tenido; vienen las almas y quieren que les des algo, quieren que les reces y les des algo”, dijo Arias en el acto especial preparado por la Secretaría Municipal de Culturas en el principal camposanto paceño.

Con el sonido de una pinquillada de fondo y tras entregar una canasta de frutas como ofrenda, Arias pidió a los asistentes rezar por los fallecidos y recordó a sus señores padres. “Mi madre murió hace ocho años, mi papá hace diez años, seguro están por acá, siempre están protegiéndonos esos angelitos protectores, hagamos lo que siempre sabemos hacer, recemos un padre nuestros por nuestras almas, padres, madres, amigos, en especial mi amigo René Sahonero y varios otros compañeros”, añadió.

Arias destacó el elevado número de personas que se vacunaron en el punto habilitado en el Cementerio General e informó que este 2 de noviembre, feriado de Todos Santos, también la ciudadanía podrá vacunarse.

El secretario del Concejo Municipal, Oscar Sogliano, dijo que esta fiesta se revaloriza especialmente en esta oportunidad, dado que con la pandemia se han vivido momentos difíciles en el último tiempo.

“Hemos atravesado momentos difíciles por la pandemia y tenemos sentimientos encontrados, porque hemos perdido seres queridos, personas importantes para nosotros, amigos que están entre nosotros el día de hoy (lunes) que los recibimos, también con alegría, pero también recordamos con nostalgia en una fecha importante como hoy”, dijo Sogliano.

Y, el secretario municipal de Culturas, Rodney Miranda, se refirió a la interculturalidad que cobró más fuerza este año con la fiesta de Halloween. La autoridad de culturas reconoció que esta costumbre foránea se arraigó mucho más en el país y que, si bien es fruto de la interculturalidad, no se debe perder el valor de las tradiciones ancestrales de Todos Santos.

“Vivir en esa interculturalidad creo que es importante, realizar este tipo de eventos con todos los elementos que vemos en las mesas, las ofrendas que son de mucha importancia para recibimiento de nuestras almas en esta relación de vivos con los muertos”, destacó.

El significado de los elementos de la mesa

T’anta wawa: Son panes hechos de harina en forma de personas, representando al tipo de difunto. La sabiduría de la gente ha dado a cada símbolo un significado, que tienen relación con la vida o la muerte. La t’antawawa se elabora para representar a los difuntos en general, para lo cual, algunos colocan máscaras representando a los rostros de los difuntos.

Bizcochuelo: Es símbolo para las almas en general. Tienen forma de ataúd.

Tuquru: (tallo de cebolla) Sirve para almacenar, transportar agua y calmar la sed de los ajayus en su recorrido, asimismo se dice que él mismo representa un bastón que sirve al difunto para apoyarse y descansar en su recorrido.

Escalera: Representa un camino que permite al alma descender al altar a las doce del mediodía, para luego ascender, después de haber comido. Para las almas menores se hacen escaleras dulces que sirven a los angelitos para bajar y subir del cielo.

Cruz: Desde la visión católica en la cruz el difunto carga sus pecados. Representa a Jesús, quien resucitó de la muerte, protege contra los malos espíritus.

Caballito y la llama: Llevan y transportan al ajayu y sus cosas de regreso a la “ciudad del oro”. En el t’anta kawallu se cargan todos los bienes del difunto.

Aves y la paloma: Representa al Espíritu Santo. La paloma lleva al difunto en sus alas al lugar de los antepasados.

Sol y Luna: El sol le da fuerza para el trabajo y acompaña al alma durante el día iluminando su camino, la luna lo ilumina en la noche y lo cuida durante su descanso.

Guirnaldas: Son elaboradas con alambre, papel o polietileno. Las guirnaldas blancas, rosadas y celestes son para las almas menores, las negras y moradas para almas mayores. Son las coronas del difunto y obsequios que éste lleva a sus amigos o parientes.

Cadenas: Recuerdan y adornan el catafalco del difunto. Son símbolo de los pecados, que encadenan al alma.

Caña de azúcar: Sirve como bastón al difunto durante su caminata, a la vez contiene agua para saciar su sed y se dice que la misma sirve para otorgar sombra al difunto.

Flores: Son para darle color y vida a la mesa además para que las almas estén alegres y no se sientan desoladas, generalmente después de recoger el altar se las llevan al cementerio.

Dulces: Son especialmente para los “angelitos”. Cuando tienen forma de canasta sirven para llevar cosas y si tiene la forma de gallos son para que los despierten.

Muñeca o “Pachacha”: es la imagen de una muñeca que se coloca en el altar como símbolo de fecundidad.

La comida: Bebidas y frutas varían en cada mesa o altar. Los dolientes respetan los gustos del difunto. El alma se alimenta por medio de los invitados, por eso la comida es abundante o los invitados son muchos.

La foto del difunto: Se coloca en las tumbas para que los visitantes recuerden cómo era. También es costumbre adornar la tumba con los instrumentos musicales que más apreciaba el difunto.
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