AMN/14-08-21
Incendios forestales, deslizamientos, inundaciones, caída de bloques de talud, rescate de animales de ríos y bóvedas son los trabajos que atienden todo el año, el personal del Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI) y el Grupo de Atención a Emergencias Municipales (GAEM) de la Alcaldía de La Paz.
“¡Está bajando esa piedra más grande que mi wawa, Jesús, qué peligroso! Que Dios los cuide mucho”, afirmó Sonia Mamani mientras pasaba por la Av. Hernán Siles, en la zona Amor de Dios, donde enormes rocas son movidas por trabajadores ediles para restablecer la circulación vehicular y el ingreso al macrodistrito de Mallasa, desde la semana pasada.
Con overol, polvareda sobre las botas y cascos de protección y sudorosos por el abrasador sol de las alturas de la urbe paceña, el responsable del grupo GERI, Freddy Flores, conversó con la Agencia Municipal de Noticias. “Es un trabajo de alto riesgo y tomamos todas las medidas necesarias para no tener ningún accidente; hacemos turnos de 24 horas los 365 días del año, hay personal disponible para atender cualquier eventualidad que surja en el municipio”, destacó.
Con más de ocho años de experiencia, relató que se especializan en “trabajos de altura” y que hay jornadas en las que están en servicio más de 12 horas continuas. Uno de los últimos trabajos que realizaron fue el armado de la tea de 64 metros con los colores de la bandera nacional en coordinación con otros funcionarios ediles.
El jefe de la Unidad de Mantenimiento, Mario Gemio, señaló que el GERI se creó en agosto de 2010 porque establecieron la necesidad de contar con trabajadores en “labores en altura”, mantenimiento en tinglados, peinados de talud, incendios forestales, incendios estructurales y salvataje. Está compuesto por nueve servidores públicos.
Mientras ciudadanos veían asombrados el trabajo de los rescatistas en Amor de Dios, ellos continuaban moviendo las rocas que caían a gran velocidad desde el cerro. “Estamos capacitados para atender distintos tipos de emergencia, deslizamiento, inundaciones, caída de bloques de talud; seguimos protocolos de seguridad”, remarcó el jefe del grupo del GAEM de la zona Sur, Itamar Padilla, quien lleva 11 años en el rubro. Contó que uno de los hechos más complicados que atendió fue el megadeslizamiento de Callapa en 2011.
Señaló que también estuvo en el derrumbe del edificio “Málaga”, que se encontraba en construcción en la intersección de las calles Manuel Ignacio Salvatierra y Gabriel René Moreno, en la ciudad de Santa Cruz; la edificación de 10 pisos se vino abajo, dejando atrapados entre los escombros a obreros. “Fue muy duro el tema de los decesos”, relató.
“Nos despertamos temprano, porque además del trabajo, tenemos las actividades familiares, nos dirigimos a nuestro trabajo con ganas y empeño y pidiendo a Dios que nos cuide y proteja”, afirmó el rescatista Jheyson Aguilar. Él trabaja una decena de años en el GAEM.
Pasamos cursos como rescatistas en caídas de vivienda, deslizamiento, terremotos en Chile; además que grupos especializados de México en esa misma área los capacitaron. “Después de nuestra jornada de ocho a 10 horas, nosotros nos preparamos físicamente con el comandante Víctor Hugo Palma, nos impulsa a hacer ejercicios, dietas y estar en constante movimiento físico”, contó Aguilar.
En días pasados, la red Unitel nombró a los trabajadores del Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI) y el Grupo de Atención a Emergencias Municipales (GAEM) como “los bolivianos de oro” porque realizan trabajos en altura. El secretario municipal de Infraestructura Pública, Boris Bacarreza, destacó el trabajo que realizan en altura, en puentes, mantenimientos y refacciones. “Son versátiles”, dijo.
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