El alcalde Iván Arias llegó al lugar para expresar su solidaridad y compró algunos platos para compartir con obreros de la alcaldía y algunos vecinos.
AMUN / 12-01-25
Este domingo, la comunidad de Bajo Llojeta se unió en un emotivo acto de solidaridad. Los damnificados por la devastadora mazamorra del 23 de noviembre organizaron una kermés con el objetivo de recaudar fondos para enfrentar la difícil situación que atraviesan tras perder sus pertenencias y ver sus viviendas cubiertas de lodo. El alcalde Iván Arias se hizo presente en el evento, mostrando su apoyo y aliento a los afectados.
«Primero estamos aquí expresando nuestra solidaridad con todos los compañeros que han sido afectados por la mazamorra», declaró Arias, quien aportó comprando varios platos que los distribuyó entre obreros y guardias de la alcaldía, así como con algunos damnificados y vecinos.
La kermés, organizada por los propios vecinos, se llevó a cabo en las instalaciones de la Alcaldía, donde el Alcalde invitó a todos los que se encontraban en los alrededores a participar y disfrutar de los platillos ofrecidos, como el tradicional fricase y chicharrón.
Los aromas de la comida inundaban el ambiente mientras los asistentes se acercaban a degustar los exquisitos platos preparados con dedicación por los damnificados. «Aquí tenemos fricase, chicharrón, pollo dorado y un plato paceño que no podía faltar», compartió Julieta Clavijo, una de las organizadoras, quien destacó la importancia de la kermés: «Es necesaria para ayudar a quienes lo han perdido todo».
Con una sonrisa, añadió que los precios eran accesibles, buscando que todos pudieran colaborar: «Un chicharrón cuesta 30 bolivianos y un plato paceño 25», invitando a la comunidad a unirse en este esfuerzo solidario.
El ambiente festivo no solo se vivía en la degustación de los platillos, sino también en la música y el compañerismo que reinaban en el lugar. «Estamos muy felices y agradecidos por la respuesta de la gente, que está viniendo y apoyando», indicó Clavijo, mientras otros grupos de la comunidad se unían a la causa ofreciendo su colaboración.
Teodora Dubi, otra de las organizadoras, destacó la variedad en el menú y la necesidad de apoyo: «Necesitamos mucha ayuda, por eso hemos preparado estas delicias. Vengan a disfrutar de un buen pollo al horno y otras sorpresas». La invitación era clara: «Que se vengan a servir, que hay para todos».
Entre risas y anécdotas, los vecinos compartían el propósito de la kermés, que no solo buscaba recaudar fondos, sino también fortalecer los lazos comunitarios en tiempos de adversidad. «Estamos aquí para ayudarnos entre nosotros, los humildes son más solidarios con los humildes», reflexionó el alcalde, que se mostró satisfecho por el ambiente de unidad que se vivía.
La kermés se convirtió en un espacio de esperanza, donde la comunidad de Bajo Llojeta se unió para hacer frente a la adversidad, demostrando que, a pesar de las pérdidas, el espíritu de solidaridad sigue vivo. La invitación está abierta: «Vengan a conocer cómo es el trato aquí en Bajo Llojeta. ¡Los esperamos!», concluyó una de las organizadoras, llena de entusiasmo y gratitud por la respuesta de la comunidad.
///