Un día de alegría en el Albergue Illimani: La Policía brinda esperanza a los damnificados de Bajo Llojeta

33
Niñas del Albergue Illimani juegan con sus muñecas después del agasajo que les dio la Policía. Foto: AMUN.

Los niños disfrutaron de un delicioso chocolate caliente, acompañado de un espectáculo que los hizo vibrar.

AMUN / 20-12-2

El cuartel de la Estación Policial Integral (EPI) de la Policía Boliviana, se convirtió en un oasis de alegría para las familias damnificadas por la mazamorra producida el 23 de noviembre —que dejó bajo el lodo a 40 viviendas— que se encuentran en el albergue transitorio Illimani instalado en Bajo Llojeta.

Gracias al desprendimiento de la Policía, un grupo de niños y sus padres disfrutaron de una jornada especial que trajo sonrisas y risas a los damnificados marcados por la adversidad.

Karla Fabián Montaño, una madre de 44 años y madre de siete niños, compartió su experiencia con entusiasmo. «Hasta mañana, estábamos aquí en el albergue, cuando las siete y cuarto de la mañana, la Policía nos recogió para llevarnos a una chocolatada organizada por la Central de Policía de la EPI. Fue una sorpresa maravillosa», relató Karla, quien, junto a su familia, se sumó a esta actividad que ofreció un respiro a su dura realidad.

La chocolatada no solo consistió en un delicioso chocolate caliente, sino que también estuvo acompañada de un espectáculo que hizo vibrar a los pequeños. «El Grinch, Paquito, Paquita y otros muñequitos nos esperaban. Los niños se sentaron en sus sillitas y disfrutaron de un show con música y bailes», recordó Karla, con una sonrisa que reflejaba la felicidad de su familia.

La jornada no terminó ahí. Después de disfrutar de la chocolatada y los regalos que incluyeron canastas, muñecos y globos, la Policía también se encargó de llevar a las familias al multicine.

«Fue una experiencia hermosa. Nos sentimos como una familia. Ver a los niños reír y disfrutar de la película fue un momento que jamás olvidaremos», añadió Karla, mientras reflexionaba sobre el valor de la comunidad en tiempos difíciles.

La madre de siete niños destacó el calor humano y la dedicación del cuerpo policial. «Hoy me he dado cuenta de que no estamos solos. Después de las desgracias que nos han pasado, ver a la Policía actuar con tanto desprendimiento y cariño es reconfortante. Hay personas buenas en la institución, y eso es algo que a veces se olvida», expresó, visiblemente emocionada.

La actividad incluyó a otros niños de diferentes albergues, creando un ambiente de camaradería y unión. «Había niños de otros albergues, y todos se divirtieron. No hubo discriminación de edades, todos disfrutaron por igual», agregó Karla, quien destacó la importancia de momentos como este, especialmente en fechas tan significativas como la Navidad.

La emergencia en Bajo Llojeta fue producida por un irregular movimiento de tierras en el cementerio Los Andes que tras una lluvia bajó como mazamorra hacia abajo Llojeta. El municipio de La Paz atendió la emergencia desde el momento en que se produjo el pasado 23 de noviembre.

///

Deja un comentario