La joven de 30 años se vio atrapada en su auto por la mazamorra que cayó el sábado en Bajo Llojeta y salvó su vida gracias a Julio Gutiérrez y su familia.
AMUN / 27-11-24
Un día de visita a su prima para festejar un cumpleaños por poco se convierte en un día fatídico para la vida de Gisel Pacajes, de 30 años. La joven mujer, al enterarse que bajaba una mazamorra y en su afán de escapar, se subió a su coche la noche del sábado pero el agua y el lodo la alcanzaron, y la arrastraron metros más abajo. En su desesperación, abrió la ventana y pidió ayuda, la cual llegó gracias a Julio Gutiérrez y su familia.
“Estaba en la casa de mi prima, estábamos festejando un cumpleaños y de pronto hemos escuchado un ruido muy fuerte y empezó la mazamorra a bajar. Le dije a mi mamá: ´salí, entré al auto y dije vámonos`, y me llegó la corriente, no pasó ni 10 segundos de eso y me arrastró muchos metros abajo”, dijo Pacajes, quien sufrió un “fuerte impacto” que la llevó a quedarse en una montaña, de donde ya no pudo salir más.
En su desesperación, Pacajes abrió la ventana del auto, pidió ayuda y sus gritos tuvieron el efecto deseado. Julio Gutiérrez, vecino del lugar, junto con su sobrino e hijo acudieron en su ayuda con sogas y lograron sacarla.
“Mi desesperación fue abrir la ventana y pedir ayuda y gracias a Dios que ese día me ha cuidado y ha enviado ángeles, que es el señor (Julio Gutiérrez) con su familia que me ayudó, me lanzó una soga, me amarré y salí del auto. Al salir me lastimé el pie con la ventana”, comentó.
Visiblemente emocionada, Pacajes agradeció a Gutiérrez y se fundió en un abrazo con él, dado que su acción valiente permitió salvarle la vida. “Yo estoy feliz porque la señorita está viva aquí, tal vez la mazamorra se iba a entrar a mi casa, la dejé, a ella la vida le debía salvar”, dijo por su parte Gutiérrez, quien festejó que el coche no tiene muchos daños internos.
“Le agradezco por la valentía que él tuvo en esa noche, que fue el único que vino a rescatarme, junto con su sobrino e hijo que se armaron de valor y pudieron rescatarme. Estoy eternamente agradecida a él y toda su familia, quiero valorar el heroísmo del señor”, añadió Pacajes, a tiempo de señalar que con su ejemplo otras personas pueden convertirse en rescatadores cuando ocurra una emergencia.
Pacajes pernoctó en la casa de la familia Gutiérrez el sábado, donde le dieron ropa seca y atenciones. En cuanto a su estado de salud, sufrió un golpe en la cabeza y tuvo dolores en espalda y pie. Esta fuera de peligro.
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