La falta de empleo y la elevación de los precios de la canasta familiar son muestra de la situación insostenible que enfrentan.
AMUN / 16-11-24
Organizaciones vecinales de La Paz convocaron a una marcha de cacerolas vacías para este jueves, en un esfuerzo por exigir al gobierno que tome medidas urgentes para abordar la creciente crisis económica que ha provocado un aumento desmedido en los precios de la canasta familiar.
La movilización se enmarca en un contexto de descontento generalizado ante la falta de dólares, escasez de productos esenciales y el deterioro del poder adquisitivo de las familias paceñas.
Eulogio Aruquipa, Presidente de Control Social, destacó que este movimiento representa a más de 600 juntas vecinales del municipio, enfatizando la necesidad de exigir soluciones a un problema que ha persistido durante años.
«Hemos decidido pedir al Gobierno que dé respuesta a esta crisis que está viviendo el país. Han gobernado durante 20 años y han despilfarrado los recursos y deteriorado la economía», afirmó Aruquipa, quien también señaló la grave situación de desabastecimiento de gasolina, diésel y divisas que afecta al país.
El líder comunitario subrayó que, aunque los transportistas consideraron un incremento en el precio del pasaje, las juntas vecinales llegaron a un acuerdo para que dicho aumento no se implemente hasta el próximo año, como parte de su compromiso de defensa hacia el pueblo paceño. «No podemos seguir soportando esta crisis», concluyó Aruquipa.
Por su parte, Jorge Paredes, Presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), se unió a la crítica contra el modelo económico actual, señalando que se está viviendo una «catástrofe económica sin precedentes».
Paredes acusó al gobierno de hundir al pueblo paceño y al resto de Bolivia en la miseria y la pobreza, afirmando que la falta de empleo y la elevación de los precios de la canasta familiar son muestra de la situación insostenible que enfrentan.
Las organizaciones declararon estado de emergencia y extendenieron la invitación a otras instituciones cívicas para que se sumen a la movilización. «Estamos cansados de este gobierno que poco hace por el país», expresó Paredes, anticipando el descontento popular que proliferará en las calles de La Paz el jueves.
La protesta de cacerolas vacías es un llamado a la unidad del pueblo boliviano ante un panorama económico que continúa deteriorándose, con la esperanza de que el gobierno tome medidas efectivas que alivien las penurias de las familias más vulnerables de la nación.
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