El desfile de la Chola Paceña brilla en La Paz

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La pasarela se convirtió en un espacio donde la cultura se entrelaza con la moda: AMUN.

Mientras las modelos desfilaban, un ritmo contagioso llenaba el aire con las melodías del Gran Matador, que hacía vibrar a los asistentes, quienes disfrutaban el paso de las cholitas con gran emoción.

AMUN / 19-10-24

En una vibrante explosión de color y tradición, La Paz fue testigo de la inauguración del esperado desfile de la Chola paceña, un evento que celebró el glamour y la rica herencia cultural de la mujer de pollera.

La plaza Tejada Sorzano se convirtió en el escenario perfecto para este evento que, como un torrente de emociones y talento, reunió a 150 mujeres, cada una vistiendo creaciones de más de diez destacadas diseñadoras.

El alcalde Iván Arias estuvo presente en la apertura, donde su entusiasmo fue palpable. Con un grito de alegría, proclamó: «¡Y una maravilla, la moda! ¡La moda! Aquí con 150 mujeres que se visten de más de 10 diseñadores que ponen lo mejor. Vengan acá, disfruten, ¡aquí está lo que es nuestro!». Sus palabras resonaron entre el público, que aclamaba con entusiasmo la celebración de la moda local.

Bajo un cielo estrellado y adornado con luces vibrantes, el desfile se desarrolló en un impresionante escenario de 150 metros, diseñado estratégicamente sobre el Templete Semisubterráneo.

El acto estuvo presentado por el carismático Héctor Uriarte y la elegancia de María Renée Ocampo, quien deslumbró al público enfundada en un hermoso traje de chola. La noche inició con un emotivo homenaje musical a las caseritas, interpretado por el Gran Matador, marcando un inicio intenso que estableció el tono del evento.

Un momento destacado del desfile fue el primer cuadro infantil, “Herencia de nuestras raíces”, donde ocho jóvenes modelos lucieron la genialidad de la talentosa diseñadora Ana Palza. La creatividad continuó con diseños de Nélida Ideas, un verdadero reflejo de la riqueza cultural de Bolivia. El escenario, bañado en fuegos artificiales y luces giratorias, se completó con un gran letrero que decía «La Paz», simbolizando un fuerte orgullo local.

El desfile, que congregó a importantes figuras de la política y la cultura, se convirtió en un símbolo de unidad y celebración en tiempos desafiantes. Entre los invitados se encontraban concejales municipales, así como representantes de ocho delegaciones diplomáticas, todos ellos testigos del poder de la cultura y la moda local. La energía en la Plaza  Tejada Sorzano  reafirmó una vez más la identidad y el talento boliviano.

Mientras las modelos desfilaban, un ritmo contagioso llenaba el aire con las melodías del Gran Matador, que hacía vibrar a los asistentes, quienes disfrutaban el paso de las cholitas con gran emoción. Las presentaciones continuaron con el cuadro «Identidad Paceña», a cargo del ballet ADAF Bolivia, que añadió un toque de gracia y destreza a la velada.

En un momento más íntimo, se vio al alcalde Iván Arias recorriendo el backstage junto a su esposa, ataviada con traje de chola paceña. El matrimonio posó para fotos con varias de las modelos, imbuido en la esencia del evento.

Arias, en un gesto de cercanía, incluso se detuvo a admirar cómo se había levantado el gran escenario, que él mismo describió en varias ocasiones como «de 150 metros», mostrando su involucramiento y pasión por la moda local. El Alcalde no perdió la oportunidad de prometer a los asistentes que el próximo año las innovaciones en torno al desfile de la “Chola Paceña” deslumbrarían aún más.

Las pasarelas no solo exhibieron moda, sino también la rica herencia cultural de una ciudad que se resiste a olvidar sus raíces. Entre las figuras destacadas, las cholitas escaladoras, emblemáticas de la fuerza y la tenacidad, se presentaron con singular elegancia, mientras la presidente del Concejo Municipal, Lourdes Chambilla, lucía con orgullo su pollera, desafiando los 150 metros de pasarela y cosechando aplausos calurosos de un público entusiasta.

Los murmullos de admiración se transformaron en vítores a medida que personalidades de renombre ascendían a la pasarela. Las embajadoras de Argentina, Colombia y México, junto a importantes funcionarias diplomáticas, brindaron un toque internacional al evento, destacando la importancia de la diversidad cultural dentro y fuera de nuestras fronteras. Las modelos, no solo vestidas con elegancia, llevaron consigo un mensaje de unión y respeto por nuestras identidades.

La expectación creció cuando Mercedes Butrón, la esposa del Alcalde paceño, apareció con una impresionante parada verde agua, diseñado por Ana Palza. A su paso, los aplausos resonaron con más fuerza, mientras su esposo, el Alcalde, se mostraba visiblemente orgulloso. Su presencia no solo realzó la importancia del evento, sino que simbolizó el lugar de la mujer en la sociedad paceña.

El espectáculo, bajo la dirección musical de Christian Asturizaga, se volvió aún más vibrante, pero la actuación del elenco de danza «This is Not It», que ofreció un cuadro lleno de energía y color, no se quedó atrás. Con cada movimiento, los presentes respiraban un aire de celebración, un homenaje a la cultura y la modernidad que coexisten en la ciudad.el desfile de «Alta Costura», donde la fusión del arte textil y los tejidos de la moda se hicieron palpables. Doce modelos lucieron diseños de Gabriel Habitum Salvador, seguidas por 20 espléndidas mujeres en trajes de Mayas Glamour, y culminando con impactantes vestiduras de Qhapaq Ñan Art, elaboradas con telas de aguayo, evocando la riqueza cultural de distintas regiones del país. Este desfile fue más que un simple espectáculo; fue una manifestación de identidad y orgullo.

Américo Gemio, secretario de Culturas, clausuró el evento en medio de una atmósfera cargada de emociones. “El mensaje para el mundo es: vengan a La Paz. Tenemos una riqueza cultural realmente incomparable, que no

nos iguala el mundo. Vengan a La Paz y aprecien la diversidad cultural que tiene nuestra ciudad, tangible e intangible”,  dijo.

Emocionado al ver a tanta bellas modelos exclamó orgulloso “¡Esta muestra de glamour, de la belleza y la Chola Paceña, que representa el empuje y la fuerza de cada una de esas hermosas mujeres que han construido esta ciudad, que construyen cada día con ese incansable trabajo”. 

Luego, como un símbolo de esperanza y celebración, las modelos regresaron a la pasarela, portando ramos de rosas mientras el papel picado caía como una lluvia de colores sobre el escenario. En sus rostros se reflejaba una mezcla de orgullo y alegría, recordando que la cholita paceña no solo desfiló, sino que renovó su compromiso con la identidad cultural.

Este evento, que quedará grabado en la memoria colectiva, no fue solo un desfile, sino un renacer de la moda y de la identidad paceña, un grito de alegría desde el corazón de una ciudad que se esfuerza por mantener viva su esencia.

La pasarela se convirtió en un espacio donde la cultura se entrelaza con la moda, y así, cada aplauso, cada ovación, se transformó en un homenaje a todas las mujeres que luchan por sus sueños, llevando consigo la historia de una tierra rica en tradiciones.

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